10:45 de la noche fue mi hora de salida de la oficina y no solo tenía que regresar al campus sola sino que para colmo estaba lloviendo y no habían taxis ni nadie cerca estaba yo sola en la esquina mojada y con frío intenté llamar a Mily pero como siempre su teléfono estaba apagado, así es todo parecía indicar que mi mejor opción era irme sola que más podía hacer que caminar y perderme en esta gran cuidad. Eso estaba por hacer cuando de pronto una camioneta negra salió de la nada y paro frente a mí dándome el susto de mi vida pensando que era alguien que venía a secuestrarme para hacerme daño cuando en realidad era mi ángel que venía a cuidarme.
Así mismo fue como la puerta de copiloto se abrió.
— Entrá, yo te llevo.
— No es necesario no tarda en pasar un taxi no quiero causar molestias además estoy mojada podría dañar su auto.
— No te lo estoy pidiendo te lo estoy ordenando, entra.- Más clara no podía ser me subí porque tenía la ligera sospecha de que si no lo hacía ella misma bajaría para hacerme entrar.
Al cerrar la puerta quedamos a oscuras apenas excepto por las luces de los faroles que reflejaban una luz tenue dentro de aquel auto tibio y tranquilo, no había ruido ni una palabra tampoco me atreví a verla tenía la vista puesta en los parabrisas pero podía sentir su mirada sobre mi de nuevo y yo solo pensaba por qué no conduce?
— Y bien, me dirás a dónde de llevo? O planeas pasar la noche aquí porque yo no.
— Eh si claro la universidad estatal, ahí vivo.- No note que inconcientemente comencé a temblar no sé si por frío o por nervios pero ella lo notó no dijo nada solo estiro su brazo al asiento de atrás tomo su saco y lo acerco a mí.
— Toma ya vi que tiene frío.
— Gracias.
Después de ver por su retrovisor y asegurarse de que no había nadie se dispuso a conducir acción que hacía muy bien no tardamos mucho en llegar pero fue el tiempo suficiente para que la lluvia calmará un poco, se detuvo justo en la entrada.
Yo veía por la ventana sabía que tenía su mirada sobre mí como era de costumbre podía sentirlo pero no quería aceptarlo porque quizá solo se trataba de mi imaginación y si era así quedaría como una tonta.
— Piensas bajar?- su voz era suave y grave a la vez.
— Si, no creo que quedarme aquí sea tan buena idea.- Respondí si verla aún.
— Por qué? Soy tan mala compañía?
— Porque eres mi jefe tal vez.- El silencio se hacía presente entre cada pregunta y cada respuesta.
— Es por eso que no te atreves a mirarme?
No pude responder a eso.
— Gracias, por lo del pastelillos, fue muy amable de tu parte.
— no fue nada.
— Y sobre lo que paso hoy en la oficina...
— No tiene nada que explicar como dije usted es mi jefe y soy yo la que debe pedir disculpas y prometo no decir una palabra sobre ello.
Me quité el abrigo moviendome un poco en el asiento y lo extendí hacia ella, lo tomo junto con mi mano jalandome cada vez más de manera intencional obligándome a verla a los ojos.
Su mano caliente hizo que mi piel fría se sintiera extraña por el contacto y de paso temblará sin poder evitarlo y pude ver cómo su mirada brillará por esa razón, fue soltando su agarre bueno eso pensaba en su lugar me tomo con más fuerza casi como en un impulso me besó.
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𝓔𝓵 𝓒𝓸𝓵𝓸𝓻 𝓓𝓮 𝓛𝓪𝓼 𝓡𝓸𝓼𝓪𝓼 (Mariska Y Tú)
Fanfiction"Y entonces las rosas cayeron al suelo haciendo un patrón hermoso, y entonces las rosas me hablaban de ella, las rosas ya no tenían el mismo color y su olor era el mismo que impregnaba su piel cada día y sin quererlo me enamoré."