1.Bᴜʀɴ ᴛʜᴇ ᴡɪᴛᴄʜ

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Narrador Omnisciente:

A lo lejos del campamento Nightwing, un grupo de seis jóvenes se encontraban rodeando un arbol donde una chica yacía atada, Marie Deveraux

"La reencarnación de Sarah Fier", "La bruja con pechos bonitos", "La asesina de parientes"...y demás apodos que los jóvenes de su edad amaban otorgarle.

Atada, acorralada, podría decirse que hasta indefensa, pero no, su brillante cerebro igualaba a un ejército que podría derrocar a un grupo de seis adolescentes sementales y con vidas miserablemente buenas.

—¿Realmente no me soltarán?—La joven miró a sus compañeros que la rodeaban cansada—Es claro que no lo harán, ni siquiera se para qué lo pregunto.

—Deberías callarte—sintió la presión del filo de una navaja en su mejilla, sumada con aquella vos que ella odiaba tanto—Las brujas como tu no tienen derecho a hablar, mucho menos caminar entre nosotros como si nada.

La castaña siseó cuando sintió el ardor en su mejilla debido al pequeño corte que habían hecho con la presión de la navaja, una gota de sangre bajó desde su pómulo deteniéndose en su mentón.

—¿Enserio haremos esto?—una joven rubia se colocó a su lado—Podemos solo golpearla y salir corriendo. Esto podría traernos muchos problemas...

—Madison, si tienes miedo puedes irte—el mismo muchacho volvió a hablar cada vez con más y más ira—Terminaremos lo que nuestros ancestros han empezado desde hace siglos.

—Tranquila, Madison—Marie le sonrió confiada—No tiene las agallas para hacerlo, teme enfrentarse a lo que su padre le dirá. ¿No es así, Bryce?

—Cállate!—este gritó y abofeteó su rostro para luego tomar fuertemente su mentón y obligarla a mirarlo—Tu, pequeña bruja desgraciada, no sabes nada de mi.

—Crees que eres lista, crees eres inteligente, crees que puedes tener los mismos privilegios que nosotros, pero no—el susurró en su oído—No eres más que una bruja, una perra que mató a su madre. Una asesina de parientes...

Ante aquel apodo, Marie pudo sentir las ganas de llorar inundar su cuerpo, pero no iba a llorar, moriría antes de llorar frente a el.

—Pero sabes que...—Bryce sonrió cínicamente—Te tendré misericordia.

El joven colocó las manos en su cuello fuertemente y comenzó a ejercer demasiada presión, tanta que lograba nublar su visión.
Poco a poco, el oxígeno comenzó a faltarle, desesperada por este, Marie trataba de mover su cabeza para alejarse, pero era imposible.

Y allí pudo haber sido su final, allí su vida pudo haber terminado de no ser por una voz, un grito que sorprendió al grupo y detuvo la presión en su cuello.

—¡¿Qué crees que estás haciendo, imbécil?!—De un momento a otro, Bryce yacía en el suelo y un muchacho rubio intentaba cortar las cuerdas que mantenían a la joven inmóvil en el arbol—¡Denme algo para cortar estas cuerdas!

Cuando la desató, la joven estaba inconsciente por la falta de oxígeno, el la tomó en sus brazos y la llevó a través del bosque hacía su cabaña de consejero.

Cuando llegaron el la depositó suavemente en su cama mientras trataba de pensar en que hacer. Fue hacia su baño y mojó unas toallas de mano, volvió a su lado y colocó una sobre su frente y otra detrás de su cuello.

Minutos después, ella abrió sus ojos desorientada. El joven a su lado sonrió plenamente aliviado.

—¿Donde estoy?—preguntó ella tratando de recuperar la conciencia.

—En mi habitación—el respondió de inmediato—Lamento si te asustaste, Soy Tommy Slater—se presentó mientras tomaba asiento en la cama manteniendo cierta distancia para evitar incomodarla—Supongo que tu eres Marie.

—Ella misma—respondió sarcásticamente pero sin ser grosera—Eres de Shadyside...Te he visto unas veces.

—Si...Supongo que tu también—el sonrió nervioso—Te he visto en la reunión de consejeros y en el autobús de Shadyside.

Marie asintió en silencio, trataba con todas sus fuerzas recordar como había llegado hasta la cabaña de Tommy.

—¿Como llegue aquí?—la joven lo miró confundida—No recuerdo mucho.

Tommy suspiró pesadamente y se rascó la nuca incómodo.

—No sé cómo empezar...Solo iba caminando por el bosque vigilando que no hubiera campistas y escuche murmullos, entonces me acerqué para ver si eran niños y te encontré atada a un árbol y a un imbecil de Sunnyvale golpeandote, entonces lo más lógico que se me ocurrió fue golpearlo a el y desatarte, como la enfermera Lane no está te traje aquí, y como estabas inconciente y no sabía que hacer lo único que se me ocurrió fue ponerte esos paños en la frente y en el cuello, y bueno llegamos a este momento en el que enserio necesito preguntarte ¿Porqué demonios esos idiotas te tenían atada a un maldito árbol?

-Larga historia, no creo que tengas tiempo.

-Me gusta el chisme, cuéntame tengo todo el día-dijo para acomodarse en su silla.

Summertime Sadness | Tommy Slater [Fear Street:1978]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora