XXXVI. Hermanos de otra madre.

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La temperatura bajaba a medida que la noche caía, una fría brisa recorría la montaña en la zona del antiguo pozo donde Yoon Gi resbaló.

- ¡Yoongi! –exclamó Ji Min, alarmado.-

Rápidamente y como si de un reflejo maquinal se tratase, se abalanzó al pozo y dejó medio cuerpo dentro, sujetando con sus dos brazos la mano de Yoon Gi, intentando reunir la fuerza para no caer junto con él al fondo, pero temía dejarlo caer.

- Te tengo... -dijo el menor.-

Dándose soporte, Yoon Gi tomó las manos que lo sostenían, sus ojos se habían cristalizado y un estremecimiento en su pecho le hacía doler.

- Él está ahí. –dijo Yoon Gi.- tenemos que sacarlo.

Reuniendo toda la fuerza que su cuerpo le permitía, Ji Min tiró del brazo de Yoon Gi y éste a la vez con sus pies intentó escalar los viejos ladrillos hasta salir y volver a apoyarse en el borde para asomarse, viendo a su amigo en el fondo, atado de brazos y piernas, con una venda en los ojos y una mordaza, la luz de la luna les daba suficiente claridad para verlo, lo cual destrozaba el corazón de Ji Min por su situación, pero a la vez estaba aliviado de haberlo encontrado.

- ¿cómo lo sacaremos? –preguntó Ji Min, asomándose también.-

- Iré por la cuerda que está en el auto. –dijo Yoon Gi.- quédate aquí, hazle saber que ya estamos aquí.

Aquellas palabras hacían saber lo entusiasmado que estaba, salió corriendo en la dirección que habían recorrido antes, ahora hacia el auto, al tiempo que corría sentía que la felicidad lo invadía y sus ojos se llenaban de lágrimas, era inevitable; Ji Min lo vio alejarse y sonrió volviendo a asomarse en el pozo, con sus manos en el borde del mismo.

- ¡Taehyung! –gritó.- ¡soy Jimin! Yoongi y yo vinimos por ti.

El corazón de Ji Min latía rápidamente, tanto que creyó que en cualquier momento saldría de su pecho, aunque ahora no era por miedo, sino por emoción.

- Te sacaremos de aquí. –agregó.-

- Mgh... ¡mgh! –se escuchó desde el fondo.-

Al igual que a sus dos compañeros, la emoción llegó a Tae Hyung y comenzó a moverse de un lado a otro, dando señales de vida e intentando ponerse de pie, pero era inútil, sus piernas no solo estaban atadas, sino entumecidas.

- Tranquilo, te sacaremos de aquí enseguida. –dijo Ji Min.- Yoongi fue a buscar una cuerda.

Vio hacia atrás por un momento y luego volvió su mirada hacia Tae Hyung en el fondo del pozo, verlo moverse de esa manera le llenaba de un alivio enorme, pues sabía con eso que aún seguía con vida. No tardó mucho para que Yoon Gi volviera con la cuerda en sus manos y una enorme sonrisa, acercándose a Ji Min.

- Volví. –dijo el rubio.-

Fue hasta un árbol cercano al pozo y ató allí la cuerda, asegurándose de hacer un nudo que fuera suficientemente resistente, luego echó el otro extremo dentro del pozo.

- Baja con él y asegúralo con la cuerda. –dijo Yoon Gi.- lo subiré y luego te subiré a ti ¿ok?

Sin dudar ni por un momento, Ji Min asintió y fue a bajar, tomando la cuerda para apoyar sus pies en las paredes del pozo y así bajar al fondo, llegando a donde estaba tirado Tae Hyung, con cuidado le retiró la venda de los ojos y después la mordaza, terminando por abrazarlo de manera suave y delicada.

- Estás a salvo ahora. –susurró Ji Min.-

- J-ji... Min... -murmuró con mucha dificultad.-

Víctima del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora