•Capítulo 3•

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Atención:
Se acercan escenas sexuales, si no son de tu agrado, te puedes retirar.
Si te quedaste, disfruta la lectura.

POV Jennie:

La luz del atardecer entraba por aquella ventana, la cuál yo desconocía, era la primera vez que estaba en esa habitación.

Me levanté de aquella cama y no había nadie a mi lado, yo estaba desnuda, solo había una camisa blanca tirada en el suelo, decidí ponérmela y abrí la puerta, me encontré con un pasillo blanco. Había unas pinturas colgadas en la pared, bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, no sin antes echar un vistazo a toda la casa, era un estilo muy minimalista pero me gustaba.

De pronto me dio una hambre descomunal, miré el reloj de mi mano y eran las 6:30 p.m. estaba en una casa que no conocía, por lo tanto, tenía miedo de ir a la cocina y comer algo, ya estaba empezando a preocuparme por Lalisa, ella no estaba por ningún lado.

Caminé hacia la nevera y cuando la abrí, había mucha comida, más de la que yo puedo pagar, tomé un tazón y puse helado de vainilla en él, me recargue en la barra y comenzé a comer, tenía mucha hambre.

Al paso de los minutos, escuché ruidos en una habitación que estaba en un pasillo, era el sonido de cadenas, por un momento me quedé estática, pensé que podría ser algún ratón o algún ladrón pero recordé que estaba en casa de mi profesora y lo más seguro es que sea ella la que provoca el ruido.

Dejé el tazón de helado en la barra y me dirigí a la habitación de dónde provenía el ruido, caminé lentamente hasta toparme con la puerta de la habitación, estaba entreabierta, el interior estaba rojo y había paredes de terciopelo del mismo color.

Me sorprendí un poco al ver eso, ya que eran el tipo de habitaciones que tenían los personajes de anime que tenían una inclinación hacía el sadismo, masoquismo y ese tipo de cosas.
Sentí que mis mejillas ardían, ¿De verdad mi profesora es sádica?, Eso me prendió.

Decidí entrar a la habitación, quedé impresionada con todo lo que había ahí, había todo tipo de juguetes, desde esposas, cadenas y látigos, hasta sillones con ataduras y mordazas para la boca. No conocía muchas cosas pero esperaba hacerlo pronto.

- ¿Que haces aquí?- Preguntó una vez áspera detrás de mí, sentí un escalofrío al escucharla.

- Amm... Y-Yo, no te encontré arriba así que... Bajé y escuché ruidos aquí... L-Lo siento- Bajé mi cabeza, por alguna razón sentía una extrema sumisión cuando estaba con ella.

- Bueno, supongo que mi secreto ya no es más un secretos- Habló riendo por lo bajo.

- ¿A qué te refieres?- Pregunté dudosa, ¿De que secreto hablaba?.

- Te preguntarás qué es todo esto...- Caminó hacía a mí, viéndome con una sonrisa maliciosa que me hizo mojarme- Son mis juguetes, los que hacen que me divierta- Susurró en mi oído- ¿Te gustan?- Su voz era seductora, maldita sea, me estaba volviendo a mojar.

- Y-Yo n-no tengo idea de que es todo esto... Solo he visto algunos juguetes en películas- Admití nerviosa.

- Ya veo...- Su mirada me penetró, me observaba de arriba a abajo, lamió su labio viendo que no tenía un pantalón y dejaba ver mis expuestos muslos.

- Jennie, ¿Estás dispuesta a probar nuevas cosas?- Se acercó a mí y acarició mi mejilla, su contacto me tensó.

- Amm... Sí, n-no le veo el problema- Tartamudeé, ella me estaba poniendo realmente nerviosa.

- ¿De verdad?, Te advierto que una vez dentro de este mundo, no querrás salir. También tienes que seguir reglas, te someterás a un mundo de sumisión donde solo me obedecerás a mí y aceptaras todo lo que yo te diga- Dio vueltas en su mismo eje, rodeándome una y otra vez.

ᴍʏ ᴛᴇᴀᴄʜᴇʀ ❛❛젠리사❛❛ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora