ᴍʏ ᴛᴇᴀᴄʜᴇʀ ❛❛젠리사❛❛

•Capítulo 6•

POV Lisa:

Siempre fuí una persona que jamás creyó en el amor, a decir verdad, nunca me he enamorado, creo que esas cosas son para gente inmadura y que tiene una perspectiva de la vida diferente a la mía.

Lo más cerca a lo que he sentido al amor, es cuando vivía en Tailandia, tenía una novia en preparatoria, su nombre era Minnie, gracias a ella conocí el mundo del masoquismo y sadismo, de verdad cambió mi vida.

Comenzamos a jugar con nosotras en la universidad, ya éramos mayores de edad y podíamos hacer mucho más cosas.
Ella fue mi compañera de vida por muchos años, ella me hizo hacer cosas que probablemente nunca hubiera echo, como salir del famoso "clóset" con mi familia o ser la pasiva en la relación.

Lo admito, fui pasiva por más de tres años y me gustaba eso, hasta que me di cuenta que mi trabajo no era ser la sumisa, no era ser la chica que se deja tratar mal, sino la chica que domina, la que manda y le encanta ver a los demás sometidos ante ella, no siempre en el sexo, sino también en el trabajo.

Siempre he llamado mucho la atención, tengo belleza y dinero, ese es mi atractivo principal.
Me gusta dominar, la sensación de que todos te tienen miedo, la sensación de que todos te obedecen y te temen me hace sentir poderosa.

Cuando terminé mi relación con Minnie, me mudé a Corea y empecé a expandir mi mente.
Todos los sábados, iba a bares y antros distintos, en busca de una nueva sumisa, de una nueva aventura en mi cama, no era difícil encontrar a chicas que quisieran estar conmigo, todas caían rendidas a mis pies.

Pero no todo siempre era diversión, la obtenía unos minutos pero después todo era aburrimiento, simplemente buscaba algo más extremo.

Todas las chicas eran iguales, actuaban como las más sensuales del mundo, se esforzaban por parecerlo ante mí, pero en el fondo yo sabía, que ellas no eran así, la sensualidad no les salía con naturalidad.

Cuando entré a trabajar a una preparatoria en Corea, vi a esa chica, tan tierna y hermosa, pensé que eso era lo que me hacía falta para completar mi diversión, para hacer de mi vida algo excitante, ¿Qué mejor que tener sexo a escondidas con tu alumna?.

Había pensado en hacerle mil cosas, solo de imaginarla atada a mi cama, con lencería y bajo mi tacto, me mojaba.
Y sabía que ella quería lo mismo, esa carita tierna solo escondía un demonio, esa solo era su máscara, podía oler su perversión a kilómetros.

Su mirada, sus acciones, sus movimientos. Todo. Podía olerlo, ella me estaba provocando.
Las veces que mordía el borrador de su lápiz y miraba a un punto exacto del aula, mientras cruzaba sus piernas y las apretaba, al igual que sus labios, sabía que estaba imaginando algo pervertido y se estaba masturbando sin tocarse, solamente con apretar sus piernas.

Cada parte de ella me excitaba, sus piernas, sus muslos, sus manos, su boca, su cabello... Todo en ella era perfecto.

Con su uniforme escolar, esa falda más corta de lo que dicta el reglamento, ese moño rojo que ata su coleta alta, sus calcetas que llegan abajo de sus rodillas, esa camisa blanca que marca su sostén de figuras y esa sonrisa perversa, todo me llamaba la atención.

La observé por un tiempo, algunas veces la pillaba mirándome fijamente y después, cuando se daba cuenta de que la veía, ella se volteaba hacía otro lado con las mejillas sonrojadas, era tan tierna.

Pero a mí no me engañaba, podría tener algo de ternura en su aspecto, pero su mente era igual o peor de retorcida que la mía.

El día que por fin la tuve, me encantó, su sabor era más perfecto de lo que imaginé, simplemente necesitaba tenerla conmigo el resto de los días, era como un demonio disfrazado de ángel, ¡Maldita sea!, Ella es mi tipo.

Desde ese día, no he logrado sacarla de mi mente, incluso me volví algo posesiva con ella, no quiero que nadie se le acerque, solo yo puedo hacerla gritar de placer, solo yo puedo tenerla bajo mis sábanas, bajo mis manos, solo yo puedo tenerla.

Cuando la vi besando a esa chica, la rabia me cegó, iba a hacer pagar a Jennie por haberse atrevido a besar a alguien a parte de mi, la iba a castigar, la iba a hacer gritar hasta que me pidiera parar.

Capítulo corto desde la perspectiva de Lisa.

Tengo otro capítulo para publicar hoy, esperenlo en unas horas.