《La verdad》

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Mañana el castillo se vestiria de gala ante la noticia sobre que Rastha una noble de alto rango y  ahora nueva concubina de Sovieshu,  llevaba en su vientre como era de esperarse el emperador la acompañaba, desde que le probaran el vestido, aunque por dentro quisiera correrla como la traidora que era, solo le quedaba controlar  sus impulsos para simular su estado de animo.

Su majestad, Heinrey piensa que este atuendo es algo exagerado, pero si es una regla que hay que seguir supongo que debo usarlo— El rubio usaba ropas humildes asi que odiaba la incomodidad de las ropas de los nobles

Oh Heinrey, te ves increible, tus encantos realmente resaltan con el blanco y dorado— La emperatriz estaba fasinada por el como se veia su concubino, tanto que no logro noto el fuerte sonrojo del mismo.

A..ahora este este es el ropaje favorito de Heinrey, porque a usted le guste más con este traje de gala— Este tomo la mano de la emperatriz con delicadeza, dandole suaves caricias y la coloco en su pecho el cual estaba un poco acelerado,

Para ser honesta creo que cualquier ropaje te quedaría increible, con tu gran sonrisa y hermosa personalidad, haces que todo tenga un toque especial— Si, la emperatriz de Oriente habia sido conquistada a la perfeccion por su joven concubino.

—Heinrey esta tan contento y agradecido de  poder ser su concubino por que la amo mucho— Coloco sus brazos alrededor de la cintura de la emperatriz mientras ocultaba su cara en el hombro de al emperatriz

—(Ya no puedo seguir de esta manera,) Heinrey,ve a cambiarte que tengo algo que decirte hay algo muy importante que debo decirte—  Esta acaricio la espalda de su concubino, intentando aguantar las ganas de no querer decirle.

Heinrey esperaba que fuera algo sobre la manera de actuar al momento del banquete, pero cuando salio de cambiarse noto que su amada se limpiaba unas ligeras lagrimas

Su majestad puede que ocurre a Heinrey , sabe que puede confiar en el— Menciono un tanto preocupado por la actitud de la emperatriz

Tú tienes que irte....— Al ver que la expresión de Heinrey cambiaba a una triste, Navier acaricio sus manos y aclaro— Tienes que hacerte una prueba de ADN, Mckenna, el es la mano derecha del rey de Occidente, y vino hasta aqui por que piensa que tu eres el principe al cual secuestraron hace hace 15 años,

Heinrey solo es....es un ex esclavo, no puede ser un principe— Heinrey empezo a temblar un poco parecia que algunos recuerdos volvian, en pequeños flashbacks; primero veia unas galletas en una bandeja resulciente, luego las vio en sus manos y las compartia con un niño peliazul pero de repente vio a este sollozar mientras el mismo parecia ser llevado a al fuerza. Se podia notar la cara de panico en el rubio.

La emperatriz suspiro y acaricio sus mejillas con ternura.—ven sera mejor que te lleve a descansar un poco al jardin

Lo siento su majestad tiene que ir a ver el asunto de los invitados, ya le dije al emperador pero esta ocupado con la concubina—menciono el marques Karl

Navier esta en una clara encrucigada, pero su dama de compañia de cabello pelirrojo rapidamente hablo—Tranquila su majestad, yo acompañare a Heinrey para que se tranquilice

En la casa del Conde Rottieshu un joven castaño de ojos verdes estaba arreglandose aunque estaba un poco molesto, el sabia la verdad. Rastha, era su amada, lo que más queria en este mundo pero ella ¿¡tenía al bebe del emperador!?....eso era una tontería.

Estoy seguro de que ese es mi bebe, Rastha no estaria con el emperador, ¿ella me ama, no es así?—Allen solo desvio la mirada.

—(¿Así que estuviste con Rastha?, hermanito, sabes lo ambisiosa que ella es ¿de verdad crees que se conformaría con el hijo de un conde?)—Ravettie penso en decirle ese comentario directo a su hermano para que entendiera. Pero de repente se le ocurrio una idea mejor —Debes de decirselo a todos,seguro la emperatriz esta sufriendo como tu, tal vez se haya creado un malentendido y Rastha no quiera ser concubina del emperador

~°~

El peliazul le habia informado de sus avances al rey de Occidente y le avisaba que su estancia ahí se aplazaría debido a que Heinrey ni siquiera sabia de que era el posible herdero de Occidente.

Decidio salir a caminar un poco, ya habia comprado un presente en nombre de su reino, asi que podia relajarse pero de repente surgio una duda —¿Por que acepte luchar por Lady Laura si despues de esto tendre que regresar a mi hogar? No podria brindanrle lo que necesita, por mi agenda apretada, ademas no se si ella querria irse conmigo o si me esperaria, tal vez deba rendirme

Sin embargo su duda fue hecha a un lado al ver como Laura, consolaba al pobre chico rubio de ojos morados, Mckenna sabia lo enamorado que Heinrey estaba de la emperatriz,  ¿pero que hacia con la chica que le gustaba a él? Eran casi como hermanos en su infancia, su lado racional estaba hecho nada pero antes de que pudiese si quiera acercarse alguien interrumpio su ira.

No creo que Lady Laura este interesada en el concubino de su majestad, muho menos que sea al revez, asi que relajese un poco Marques Mckenna— El consejo provino del sabio Duque Kaufman  quien habia leído la mente de Mckenna y sabia que si atacaba a Heinrey por algo tan absurdo, Navier podria cortar relaciones con Occidente permanentemente.

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