Aunque algunos piensen que el éxito solo está reservado para unos pocos privilegiados, la verdad es que puede ser alcanzado por cualquiera. Para ello, primero debe tomarse la decisión de conseguirlo, porque esa será la fuerza que impulsará a lograr objetivos. En segundo lugar, debe desarrollarse una filosofía de vida basada en los valores.
Los valores perfeccionan al hombre. De poco sirve, por ejemplo, poseer una buena o mala salud, o tener una mayor o menor cultura, porque ello no afecta directamente al hombre en su formación como ser humano; pero decir mentiras, hacer uso de la violencia o ser un corrupto lo degrada, es decir, lo deshumaniza. Por el contrario, actuar con honestidad, mostrar tolerancia o ser responsable, lo perfecciona.
Vivimos en una sociedad donde nos hemos acostumbrado a culpar de todo a los demás donde nuestros padres hasta el Gobierno, por nuestra incapacidad; pero aquellas personas que tienen a los valores como normas de conducta, rehúsan asumir esa actitud de víctimas y, por el contrario, asumen con responsabilidad lo que ocurre en sus propis vidas.
Si se sigue este camino, la vida será más placentera y se podrá alcanzar cualquier meta que se haya trazado, lleno de motivación y con una actitud positiva, pues se estará seguro de lo que uno quiere,
"Aquel que busca una cosa puede esperar alcanzar antes de que termine la vida. Pero aquel que busca todas las cosas donde quiera que va, sembrará a su alrededor, de manera dispersa, una cosecha de pesares estériles", decía John Maxwell. Somos mortales, nuestra vida es finita, las personas exitosas saben esto, pero en vez de deprimirse, más bien lo toman como un estímulo para alcanzar sus metas con mayor fervor.
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Las más Hermosas HISTORIAS DE ÉXITO
EspiritualUna interesante antología de relatos y de experiencias de vida, que rescatan los caminos que han seguido muchos personajes para la obtención de un logro personal, cada cual con los auspicios, retos u obstáculos que supone el logro de lo que nos hemo...