Lord Byron nació con una deformidad en el pie derecho. Era "patihendido", es decir, sus dedos estaban metidos hacia dentro, lo cual le dificultaba muchas tareas. Su padre le dijo claramente que nunca llegaría a andar bien, ni mucho menos correr.
Sin embargo, Lord Byron nunca se rindió y llegó a disimular su cojera, llegando incluso a correr. Cuando se hizo mayor, sus maneras y modales se combinaron con su cojera disimulada y le dieron una forma de andar única, muy propia y elegante.
Nunca sintió vergüenza por esta discapacidad, sino más bien todo lo contrario. Cuando la gente se reía de él y se burlaba de su deformidad. Lord Byron se enorgullecía de ello y respondía con clase:
"Cuando un miembro se debilita siempre hay otro que lo recompensa".
ESTÁS LEYENDO
Las más Hermosas HISTORIAS DE ÉXITO
EspiritualUna interesante antología de relatos y de experiencias de vida, que rescatan los caminos que han seguido muchos personajes para la obtención de un logro personal, cada cual con los auspicios, retos u obstáculos que supone el logro de lo que nos hemo...