Capítulo 8

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Jongseong iba saliendo del club de baile de la escuela, cuando tenía 15 años descubrió que tenía una gran pasión por éste arte, y ahora a sus 16 era de las mejores cosas que tenía en su vida. Se sentía demasiado feliz cada vez que tocaba la pista de baile, el sentir como su cuerpo podía moverse libremente frente a los espejos mientras improvisaba.

Sí, era lo segundo que más le hacía feliz, pues lo primero era Jungwon. Ese lindo omega de 14 años, con sus preciosos hoyuelos que iluminaban su día cada vez que los veía.

Con su edad y la llegada de la adolescencia había comprendido muchas cosas, entendió que estaba enamorado de Jungwon desde hace varios años, por no decir desde toda su vida, supo que ese lindo chico de hoyuelos era su destinado. Sabía que Jungwon se sentía igual pues sus sonrojos y sus miradas no pasaban desapercibidas para él.

Esos últimos días lo había pensado mucho y tomó la desición de declararse, su lobo aullaba de la emoción al saber que por fin tendría a su destinado junto a él, pero Jongseong estaba muy asustado por la probabilidad de ser rechazado.

Había hablado con unos de sus amigos al respecto y todos le apoyaron con la idea de declararse a su menor, todos siempre notaron las miradas que ambos se dirigían y se hacían una idea de la necesidad de sus lobos por estar juntos.

Suspiró, aún no sabía cómo hacerlo, pero de lo que estaba seguro es que no dejaría pasar mucho tiempo para declararse a su lindo omega de hoyuelos.

Caminó por los pasillos de la escuela, a esa hora estaban prácticamente vacíos a excepción de las personas que se encontraban en clubes.

Jungwon también estaba en uno, el club de arte, Jungwon tenía un gran talento para dibujar y pintar, así que toda su vida logró destacar en eso. Cuando cumplió la edad mínima para poder unirse a un club, no dudó ni un segundo en inscribirse a éste. Sonrió recordando los lindos dibujos que le regalaba Jungwon años atrás, todos los tenía guardados en una carpeta la cual cuidaba más que a su vida.

Quiso ir a buscar a Jungwon a su club y acompañarlo a casa, si quería declararse debía ir demostrándole a sus futuros suegros que era el alfa indicado para su cachorrito, y aunque Jeongin ya lo amara aún debía ganarse a Hyunjin.

Giró por el pasillo y pudo visualizar el salón del omega a unos pocos metros, esperaba que aún no se haya ido. Estaba a pocos pasos del salón de su pequeño pero un cuerpo se interpuso en su camino, impidiendo que pudiera continuar.

Era un omega un poco más bajo que él y por como se veía también podía deducir que era menor en edad, el chico tenía sus mejillas sonrojadas y sus manos temblaban levemente. Jongseong no sabía qué hacer.

—¿Puedo ayudarte en algo?

—Y-Yo, S-Seongie hyung...— Jongseong arrugó su nariz, no le gustaba cuando alguien desconocido lo llamaba por apodos— ¡me gusta mucho! nunca me había sentido así por nadie, y puedo asegurar que es el amor de mi vida ¡por favor sea mi novio!

Jongseong quedó en shock, no esperaba que ese omega se le declara frente a todas las personas que salían de sus clubes, aún menos se imaginaba que alguien se le declarara.

—Mira, yo-

El omega se lanzó hacia él para unir sus labios en un desesperado beso, el cual Jongseong no correspondió y separó al chico con todas sus fuerzas. Una pena de Jungwon lo haya visto y saliera corriendo hacia su casa con su corazoncito roto.

—¡¿Qué te pasa?!

—¡Me gusta mucho, hyung! usted es mi destinado, yo lo sé.

—Mira chico, no soy tu destinado y jamás lo seré, yo ya encontré al mío y no puedo estar más enamorado de ese chico, así que te agradecería que no vuelvas a hacer algo así en tu vida. Tu destinado debe estar en algún lugar esperando por ti, pero ese no soy yo.

Don't kiss my son [Jaywon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora