No es un muñeco poseído!

Bicho raro

TaeHyung era huérfano.

Sus padres murieron en un accidente de tren, él solo tenía tres años cuando sucedió la tragedia.

Su tía se hizo cargo de él los años siguientes pero con su más reciente ascenso había tenido que partir a otro país sin oportunidad de llevarse a TaeHyung. Regresaba cada vez que podía, le mandaba dinero y le llamaba por teléfono para preguntar si se alimentaba bien o si tenía algún problema. La vecina de todas formas le notificaría si algo malo pasaba aunque por fortuna solo había sucedido en dos ocasiones; la primera en la que TaeHyung casi provoca un incendio por querer preparar palomitas como no se debía y la segunda por llamadas de atención del colegio porque TaeHyung se saltaba la clase de deportes.

En cuanto lograra conseguir más dinero se llevaría a TaeHyung a su lado, odiaba dejarlo solo. Sabía que lo molestaban en el colegio, detestaba que los maestros no hicieran nada al respecto pero confíaba en Nayeon la hija de la vecina quien era la única amiga de TaeHyung.

Solo sería por un año más, tenía que esforzarse solo por un año más.

¿Por qué creían que era raro?

Cada persona era diferente, él tenía gustos normales; le gustaban los videojuegos, salir por helados, odiaba las tareas, era un estudiante normal.

¿Por qué le decían bicho raro?

¿Era porque no tenía padres?

No era malo con nadie, trataba de llevarse bien con todos.

No lo entendía.

Pero tampoco le importaba si tenía a Nayeon para escucharlo pero al ser una chica normalmente se juntaba con sus propias amigas y al estar en aulas distintas no se veían mucho en el colegio. El único amigo varón que había tenido fue NamJoon con quién seguía en contacto. Los años que NamJoon había sido transferido fueron los mejores de su vida.

El moreno no se llevaba bien con Nayeon pero eso no importó en su momento, era una persona tranquila y lo llamaba cada fin de semana, hablaban por horas.

"Ignóralos TaeHyung, personas como ellos no aprecian al bello diamante que tienen en frente." Le había dicho el día en que tuvo que retornar a su ciudad.

"Sujetos como ellos los hay en todas partes, incluso en mi colegio, son personas que no tienen nada de especial, solo te tienen envidia".  Su hyung nunca le había mentido así que tomó todas esas palabras como ciertas.

---Tae mi madre te manda kimchi para la semana y te recuerda que no trates de preparar algún platillo que no sepas cocinar--- la chica extendía el tupper hacia el castaño quien agradeció con una sonrisa.

---¿Quieres quedarte? Hoy veré un maratón de Backyardigans ¿Recuerdas? Nos gustaban mucho cuando éramos pequeños--- él deseaba que aceptara, le gustaba su compañía, le gustaban las extrañas mariposas que revoloteaban en su estómago cuando ella sonreía.