Capítulo cuatro : Entre preguntas y respuestas

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Algunos meses habían pasado desde que Harry y Louis empezaron a salir.

Desde su beso aquel día en casa de Louis, habían empezado una relación, Harry aún lo recuerda. Louis aquella tarde lo llevó a cenar, entonces mientras Louis buscaba el momento perfecto para pedírselo, Harry lo hizo.

- Sal conmigo -había dicho Harry.

- ¿Qué?

- Sal conmigo, seamos novios.

Louis se había quejado, porque estaba a punto de pedirlo, así que luego de decirle que sí a Harry, volvió a preguntárselo, Harry rió por un momento antes de decir que sí. Para tener veintitrés años, Louis a veces se comportaba como un niño de ocho. Sin embargo, a Harry no le molestaba en lo absoluto.

Ya casi era diciembre, el tiempo había pasado demasiado rápido, pero a la vez demasiado lento, era algo confuso e inentendible. Cuando estaban juntos las horas pasaban volando, jamás era suficiente el tiempo que compartían, así lo sentían. En cambio, cuando no estaban juntos, el tiempo parecía no avanzar, sentían como horas los minutos.

En cuanto a sus trabajos, también habían progresado y avanzado.

Louis había lanzado ya, un total de 7 canciones y videos. Hacía entrevistas más seguido, lo invitaban a conferencias de prensa y encontraba fans en la calle al caminar. La discográfica con la que trabajaba había extendido el negocio en Los Ángeles, así que ya había ido un par de veces a grabar canciones allá.

Harry había terminado su tercera novela, la cual iba a publicarse en tres semanas. Lo habían ascendido a editor en aquella revista, aunque a veces escribía en la columna de consejos, pero por decisión propia.

Harry había invitado a Louis a cenar a un restaurante llamado "Bella Italia", donde servían todo tipo de pasta.

- Te gusta cruzar toda la ciudad para darte un gusto ¿verdad, amor?

- Precisamente, Lou. Puedo sacar provecho de que ahora tienes un auto que puede hacernos cruzar la ciudad sin ningún problema.

Louis rió, alcanzó con su mano derecha la izquierda de Harry y acarició el dorso de esta, sus manos unidas sobre la mesa mientras esperaban sus platos.

A Harry le encantaban estos pequeños detalles de Louis, realmente apreciaba que tome su mano mientras caminaban en las calles, que deje besos en sus labios antes de irse y al volver, que deje besos en su cabeza cuando miraban una película, que lea en voz alta para ambos, que mueva su rodilla un poco para que esté chocando con la suya propia, todas estas cosas que Louis hacia y nadie más lo notaba.

- Comer pasta es un arte, ¿sabías? -preguntó Harry al observar a Louis comer su plato de tallarines.

- Lo había escuchado antes, sí.

Ambos estaban sumidos en su burbuja personal, en su pequeño espacio, hasta que unos murmuros muy poco disimulados crecieron alrededor de ellos, entonces Harry observó.

Un par de chicas estaban murmurando entre ellas con los ojos muy abiertos en dirección a la mesa de Harry y Louis, entonces el rizado lo entendió.

Louis frunció el ceño y observó a las adolescentes, estas sonrieron a su mirada y saludaron efusivamente al castaño con sus manos.

Louis les sonrió de vuelta antes de volver a observar al rizado.

- Parece que tenemos compañía.

- Ve con ellas un momento, está bien -respondió el de ojos verdes.

- Vamos, ven conmigo, ¿eso está bien?

Harry sonrió.

- Sí, está bien.

Entre melodías y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora