Extra I

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Navidad no era la fecha favorita de Louis. No después del fallecimiento de su madre, era algo que en realidad le costaba asumir, pasar las fiestas sin ella siempre era difícil.

Cuando conoció a Harry eso cambió, él podía incluso sentir un poco de nostalgia en aquellos días, volvieron a perder sus vibrantes colores cuando dejó de ver al rizado.

Ahora, Louis se sentía pleno, finalmente. Porque podía apreciar la calma que llega después de la tormenta. Él sabía que las Navidades serían su festividad favorita otra vez, de hecho ya lo eran.

- Ella no puede simplemente tener una lista de canciones inéditas que han sido jamás escuchadas como regalo de navidad. Es una niña, no sabe lo que significaría que alguien más las escuchase.

- Tonterías, ella es la niña más inteligente. Deberías darle como una novela corta que nadie jamás haya leído, o algo así.

- Louis. Hablo en serio, sé que realmente la amas y todo eso, pero ¿estás seguro?

- Estoy seguro, no son canciones que voy a sacar al público, así que está bien, son especiales y ella podrá oírlas cuando quiera.

Harry asiente con un suspiro.

- Recuérdame no tener una hija contigo. La malcriarías demasiado. Demasiado mimada, no podría con eso.

Louis sonríe, entonces observa a Harry. El rizado no se da cuenta de sus palabras, no hasta que las manos de Louis viajan a sus caderas.

- A mi me encantaría tener una hija contigo. Imagina una pequeña mimada de rizos bonitos y ojos verdes, eso sería encantador. Un hijo tampoco me molestaría, probablemente sería tan alto como tú y un fantástico deportista. Eso gracias a mí, por supuesto.

Harry sonríe con sus mejillas coloridas.

- Para tu información, soy un deportista genial.

- ¿Serás el entrenador de nuestros hijos, entonces?

- Podemos compartir ese papel.

Louis sonrió con el pensamiento. Decidió que si llegaban a tener hijos, ellos serían los mejores padres que pudiesen ser, completamente envuelto en enmendar los errores que su padre tuvo con él, incluso enmendar todo lo que su madre no pudo hacer. Él quería ser mejor, por Harry y sus posibles hijos.

- Estoy de acuerdo.

Harry y Louis pasaron la tarde envolviendo regalos para su familia. Louis estaba completamente agradecido con Gemma, quien lo hacía sentir parte de esta al incluirlo en cada plan familiar, y aunque su familia era pequeña y poco común, eran una familia que se amaba.

Cuando Louis viajó durante un mes alrededor de Gran Bretaña y otro mes alrededor de Estados Unidos, él de alguna manera convenció al equipo de Harry de que sus conferencias de prensa respecto al libro se dieran en fechas parecidas para que ellos pudiesen viajar juntos entre ciudades.

Louis amaba a Harry, con cada célula de su cuerpo, con cada milimetro de su corazón, en cada espacio y en cada situación. Louis siempre lo supo, que su corazón le pertenecía al de Harry y su alma anhelaba danzar junto a la del rizado. Fue fácil para él aceptarlo y ni siquiera se dio cuenta cuando lo hizo, porque era todo tan natural y cómodo que no tenía dudas e inseguridades con eso.

Harry amaba a Louis, desde lo más profundo en su corazón, inundado de esa sensación en cada espacio de su cuerpo y alma, en cada esquina y detrás de cada sentimiento, el amor que tenía hacia Louis envolvía completamente su cuerpo y lo mantenía sereno. Harry amaba la libertad que tenía amando a Louis, la libertad que sentía ahora, amando a Louis. Estaba convencido de que todo por lo que tuvieron que pasar debía ser de esa manera. Porque ahora no solo besaban sus labios en una cita en el parque o sus mejillas al hacer las compras, sino que también eran los primeros que buscaban en sus conferencias o entrevistas, el primer y el último rostro que veían cada mañana y cada noche.

- ¿Me has escrito algo? -pregunta el castaño caminando alrededor de su habitación- estoy ansioso, sé que me has escrito algo, te vi escribiendo el otro día y ocultándome sobres y demás.

- No sé de qué hablas, honestamente.

- Sé que me has escrito algo, ¿será como aquella carta en la que me dijiste que me amabas por primera vez? ¿Qué me dirás ahora? Estoy ansioso.

Harry ríe por las emociones alborotadas de su castaño. Él le ha escrito tantas cartas y versos, Louis es simplemente estupendo.

- Creo que deberíamos terminar con estos regalos, debemos ir a la cena antes de las diez.

- Sí, mi amor. Estoy ansioso por leer mi carta.

Harry vuelve a reír y Louis se acerca a dejar un beso en sus labios.

Louis y Harry comparten la cena con Gemma, Dan, los padres de Valerie, Stephanie y Tristan, y con Valerie por supuesto.

La familia de Dan era pequeña. En realidad sus primos cercanos estaban esparcidos alrededor de los estados de Estados Unidos. Su hermana Stephanie, él y sus padres terminaron en Los Ángeles. Los padres de Dan murieron casi a la par que los padres de Gemma y Harry. Ellos se conocieron después. Ahora todas las festividades se reunían en casa de Stephanie, desde que Valerie nació.

Stephanie estaba encantada con Harry y Louis, amaba cómo cuidaban de su pequeña y todas las cosas lindas que Valerie decía de ellos, realmente sabía que ellos querían a su hija.

- ¿Es hora de abrir los regalos?

Louis sonríe cuando sus ojos se encuentran con los de Valerie.

- Ya casi, peque. Faltan pocos minutos.

Valerie asiente y camina cerca del castaño de ojos azules. Sostiene su mano y observa el cielo.

Están afuera, en el patio de la casa de Valerie, observando el cielo para poder ver los fuegos artificiales a las doce en punto.

Los fuegos artificiales se ven en el cielo y todos los observan un par de segundos, entonces empiezan a felicitarse por navidad.

Valerie se emociona al ver que todos ya han terminado de felicitarse y entra corriendo a la casa, desesperada por ver el árbol de navidad lleno de regalos.

La noche llega a su fin cuando todos han recibido sus regalos, Harry y Louis se despiden antes de volver a su casa.

Jamas serán suficientes las palabras para explicarte lo que siento, pero intento demostrarlo a diario, y creo que estoy haciendo un buen trabajo haciéndolo.
Mi corazón es tuyo, mi alma pertenece a tu lado y mi cuerpo reacciona solo a ti.
Te amo, siempre tuyo,
Sinceramente, HE

Louis sonríe al leer la carta de Harry.

- Si hay algo más fuerte que amar, entonces es loo que siento por ti.

Harry sonríe y se deja abrazar por Louis.

- Lo sé.

Harry y Louis comparten un beso dulce. Uno lleno de emociones y sentimientos.

- Te dije que le iba a encantar su regalo.

Harry ríe.

- Sí. Solo que ahora cree que eres amigo de Santa.

- Bueno, técnicamente lo soy.

Harry vuelve a reír y Louis besa su mejilla.

- A dónde quieres ir.

Harry tararea en respuesta.

- Elige un destino, lo que tú quieras, solos tú y yo, en cualquier lugar. Ese es mi regalo para ti.

- Tendré que pensarlo un poco. Donde sea que esté estará bien mientras esté contigo.

- ¿Tú y yo hasta el final?

- Hasta el final, para poder empezar de nuevo, juntos.

Entre melodías y letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora