Entre melodías y letras

Capítulo nueve : Entre luces y sombras

Cinco meses habían pasado desde que Harry
y Louis terminaron. Y sorpresivamente no se habían encontrado de vuelta, como, literalmente, ni una vez.

Louis había desaparecido de la faz de la tierra, no se sabía de él desde hace más de tres meses. Nada en sus redes sociales o fans encontrándoselo en la calle.

Según las fechas, su contrato con la disquera de Felipe terminaba este mes, precisamente. Harry no lo sabía con exactitud, y tampoco pensaba en eso constantemente -en absoluto, no- pero creía que era a mediados del mes.

El rizado había intentado tantas veces salir de su monótona rutina. Incluso había viajado hasta Holmes Chapel a ver a su familia. Pero no se sentía como en casa, aunque sus tíos y primos lo tratasen de maravilla -y el realmente lo agradecía- nada se sentía como en casa.

No quería hablar de eso con Gemma, y sabía que Gemma quería preguntar, pero terminaba evadiendo el tema; y era complicado cuando Valerie preguntaba sobre él -Louis- y le pedía a Dan que lo saludara de su parte, o cuando le comentaba a Gemma que llevaba un tiempo desaparecido y sus fans estaban preocupados.

Porque así era una ruptura. Dolorosa y cruel.
Pero como siquiera podía ser cruel si ambos se amaban. Si ninguno de ellos había querido que su relación terminase. Pero así eran las cosas, injustas e insensibles, sin importarles lo que se llevaban a su paso, simplemente sucedían.

Harry realmente no había sentido ese vacío en su estómago hace un tiempo. Así que se dedicó a "llenarlo" con trabajo.

Se inundaba en trabajo. Hacía el trabajo que no le correspondía, tanto así que Nick empezaba a preocuparse, porque realmente se estaba quedando sin cosas que hacer y creía que Harry intentaba despedirlo.

Asi que cuando se acercó a preguntárselo, Harry solo pudo responder que no tenía nada que ver y que le daría un aumento del 10% sobre su sueldo. Nick se negó, porque realmente no lo merecía, creyó que lo iban a despedir, no que le iban a aumentar su salario mensual.

Intentó hablar con Harry, intentó comprenderlo, o al menos escucharlo, pero no resultó. Porque Harry no quería hablar, se negaba a aceptar que nada estaba bien. Así que Nick se rindió y simplemente se apartó.

Harry no sabía nada de nadie. Más allá de Gemma no tenia una conversación honesta con alguien. Se sentía mal. Realmente mal. Pero, realmente estaba herido, como si hubieran tomado un pedazo de su alma y se la hubiesen llevando sin preguntarle. Sin embargo, al mismo tiempo se sentía vacío, como si nada tuviese sentido a su alrededor, como si no sintiese que su vida fuera real. Se sentía como en una pesadilla.

Gemma viajó hasta Londres luego de escuchar a un Harry desanimado durante seis meses. No podía pedir días libres antes, así que tuvo que esperar para ir. No se lo preguntó a Harry porque sabía que él se iba a negar, diciendo que estaba bien y que no necesitaba que alguien más lo cuidase.

Sin embargo y de alguna manera, convenció a Harry de viajar a Los Angeles con ella por un tiempo, al menos hasta que la mayor viese que su hermanito estaba un poco mejor.

Así que Harry estaba en la habitación que alguna vez había compartido con Louis. Acostado en el centro de la cama, esperando en algún momento sentir el peso del de ojos azules sobre el suyo y sus manos sobre sus mejillas, sus labios rozando mientras sonríen.

Pero no estaba sonriendo y las manos de Louis no estaban sobre sus mejillas ni tampoco sentía el peso del cuerpo ajeno sobre el suyo propio. En cambio, sentía todo el peso de la soledad sobre su estómago, dejándolo sin aire; en cambio sentía sus lágrimas húmedas sobre sus mejillas y sus labios temblar en lugar de sonreír.