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-Venga, Henry.

-Espera, me voy a tomar un respiro- me senté en una taburete al lado del bar

-No tardes- dijo Viri chocando con una chica rubia-, me voy a ligar.

Viri, mi mejor amiga, me guiña un ojo para irse detrás de su presa. A ella siempre le encantaron los dotes femeninos. Siempre que me atrae una mujer, espero a que ella me diga si la prefiere para ligar.

Mi boca se sentía cada vez más seca.

-Un chupito, por favor- le pedí al barman

-En un minuto.

Mientras esperaba mi bebida, me fijé en los alrededores de la fiesta. En la segunda planta de la discoteca, se encuentran hombres de edad con mujeres sentadas en su regazo. Supuestamente son mayores de edad. En la parte principal donde adolescentes y jóvenes de aproximadamente de mi edad, se encuentra gente bailando con personas de su mismo género o opuesto. En este disco hay una gran diversidad.

-Aquí tienes.

Le sonreí en agradecimiento para después beber de un tiro el alcohol. En ese instante, mis ojos se fijaron en una persona.

Sus caderas se movían al ritmo de la canción que actualmente sonaba. Sus manos moldearon su perfecta figura. Su trasero se restregaba contra la parte íntima de otra mujer. De sus labios salía la letra de la canción, aunque no se sabe si la dice en alto.

Debo admitir que me quedé apreciandola unos buenos y duraderos minutos, hasta que Vini me hace quitar la mirada. La encontré preguntándome algo, la cual no presté mucha atención. Me levanté y mis pies se dirigieron hacia la pista de baile.

Me acerqué a un chico que bailaba solo y empecé a restregarme contra él, de manera lenta. Este se percató de mi presencia a sus espaldas y siguió mis movimientos a la perfección. Después de un rato de susurros y tocamientos, un empujón nos separó.

 Pasé un rato bailando con personas de los dos sexos. Cuando estaba bailando con una chica morena, una mirada me hizo quitar la mirada de mi acompañante. Levanté la cabeza para encontrarme con la chica de antes. Los dos seguimos bailando, cada uno con su compañero de baile. Su mirada me transmitió una sensación la cual se apoderó de mi cuerpo, mandando un tipo de electricidad desde la cabeza a los pies.

La desconocida empezó a bajar, manteniendo el contacto visual. Agachó su espalda hacia delante, creando una conexión con su trasero y la intimidad del chico. Cuando obtuvo una mirada de "hazlo" por mi parte, movió esa parte de su cuerpo en distintas direcciones. De Arriba a Abajo. De lado a lado. En círculos y otros movimientos que no supe identificar. Obtuvo su pose inicial, sonriendo de lado. Al final de la canción terminó nuestro contacto visual, también los bailes. Decidí buscar a Viri, sin antes dar un último vistazo a la sexy desconocida.

-HENRRYYYYY- me abrazó Viri dando unas palmaditas en mi espalda.

-Viri, ¿cuánto has tomado?- le ayudé sentarse en un taburete

- Solo dos vasos de vodka.. O tequila.. o..- le interrumpí apoyando el antebrazo en la barra- Vale, me ha quedado claro.

- ¿Cuántas personas has ligado?

-Solamente he bailado con personas, nada de besos, pero ha habido roces.

Viri rió ruidosamente acompañado de un chillido agudo. Le ayudé a coger su vaso de agua, poniendo la bebida en su mano acercándolo a su boca. Desvié mi mirada para encontrarme con la chica. Sí, la chica desconocida y sexy. Se encontraba despidiéndose con dos besos en cada mejilla a otra chica. Supongo que su amiga.

El Despertar De La NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora