El Despertar De La Noche

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P.D: Está canción me recuerda a la relación de estos dos tortolitos ;)

Era día de cumpleaños. Se festejaba el cumpleaños de Noah. El pelirrojo cumplía un año más de vida. Hace veintidós años que salió del útero de su madre.

-Tio, ¿lo has conseguido?- preguntó el cumpleañero a su amigo

-Estamos en una fase, pero no sé en cual.

-Sean, tú tranquilo que al final todos acudiremos a vuestra futura boda- lo animé

-Eso espero- observó a su conquista bailar en la pista

Días antes, vinieron desde Estados Unidos dos amigos de la infancia de Noah. Lo que la mayoría no sabía era que entre esos amigos había algo. Sean nos contó el punto de su relación donde la tensión empezó. Los dos no admiten los sentimientos porque temen que sea incómodo después de confesarse.

-Vete, y baila con Drake.

-Escucha a Henry, es muy sabio sobre las relaciones amorosas- me apoyó Noah

-¿Has tenido alguna relación en tu vida?

-No, los libros son el profesor más barato y efectivo que hay- respondí la pregunta de Sean.

Él se levantó del sofá, acomodándose la ropa. Noah y yo nos acercamos el uno al otro, sin dejar de mirar a Sean. A unos pasos de su destino, se dio la vuelta y nosotros le indicamos con un gesto de confirmación. Eso le sirvió para ir con más confianza.

Sin previo aviso, este pegó su pecho a la espalda de su interés amoroso. No dejamos de verlos hasta que obtuviera una respuesta, de el rubio, a su movimiento de cadera. Los dos nos quedamos sentados como dos abuelos mirando a dos jóvenes disfrutando de su adolescencia.

-¿Qué hora es?

Revisé mi móvil

-Las doce de la madrugada.

Noah se levantó para ir a por sus invitados. Parecía la escena de un pastor llamando a sus ovejas. Todos nos dirigimos hacía la mesa, donde una tarta de dos pisos nos daba la bienvenida. Era de vainilla, el sabor favorito de el pelirrojo. Viri se había ofrecido a elaborar el postre cumpleañero ya que le encantaba todo lo relacionado a la repostería.

-Espero que no hayas puesto veneno dentro de él

-Que va, solo hay en el zumo que te estás bebiendo- me sonrió inocentemente

Por precaución, aparté la bebida de mi vista y tacto. No sabía qué esperar de la rubia.

-Dejar de hablar, es mi momento- comentó Noah

Me senté en el sofá, dándole su momento.

-Hacedle caso al estadounidense - le respaldó Adri riendo

-Oye, parece que te estés burlando de mi nacionalidad

-No solo me burlo de ti, sino que también del resto- sonrió-. Incluso de mi misma.

-Quiero probar la tarta que me ha costado tres días para hacerlo- cogió el cuchillo de la mesa-. Haced los honores, majestad.

-Encantado, sirvienta- dijo aceptando el utensilio entre sus manos

Estábamos a punto de comer la tarta cuando sentí un peso en mi regazo. Un cuerpo se había sentado en mis muslos. Al principio me asusté, pero después de analizar la cara del sujeto me tranquilicé.