Una doncella y Un dragón (Terminada)

VI: Piedad

De antemano, gracias por leer

ʊռǟ ɖօռƈɛʟʟǟ ʏ ʊռ ɖʀǟɢօռ

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Ochako y Katsuki aun seguían en aquella cueva. Gracias a los diversos árboles pudieron comer algo de fruta, ademas de carne.

Un día, una fuerte tormenta asoto aquel bosque, el chico había salido a cazar y la lluvia le alcanzó durante su camino de regreso.

Ese día no había tenido suerte, su presa habia escapado y ademas termino con varias heridas cuando cayo por una pequeña cascada y ahora la lluvia se le venia encima. Vaya suerte de perros.

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Cuando regreso a la cueva, la chica lo vio entrar con sus heridas aun sangrando.

──¿Estas bien? ──. Ochako se había levantado para recibirlo, en caso de que él cayera.

Sin embargo, Katsuki paso a su lado, ignorándole por completo.

──Oye──. Nuevamente se acerco a él.

 Pero, fue ignorada otra vez. Sin mediar palabra Katsuki se sentó dándole la espalda  y trato de vendar sus heridas, luego se recosto a dormir.

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A la mañana siguiente Ochako fue despertada por la respiración agitada y los leves quejidos que salía de los labios de su captor.

 Al acercarse a él, noto como su pecho subía y baja, tratando de recuperar el aire. Sus heridas seguían sangrando, los vendajes se había aflojado.  Lo vio sudar y temblar levemente.

Llevo una de sus manos hacia la frente del rubio y al tocarla lo confirmo, el joven estaba ardiendo en fiebre.

Ahora yo les pregunto:¿Qué harian si su captor esta debil?

──Escapar──. Pensó ella.

 Levantándose lentamente se dirigió a la salida y antes de salir dio una última vista al chico.

El pobre Bakugou a duras penas pudo girar su rostro para ver como su rehén escapaba sin ezfuerzo alguno.

──Maldición──. Pensó.

No le permitiría escapar tan fácilmente, no en su guardia. Quería ir tras ella, evitar que se fuera, sin embargo su cuerpo no respondía y su vista poco a poco se fue nublando hasta quedar totalmente nula.

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Ochako habia caminado unos metros de aquella cueva, era por fin libre.

Llego un momento en el que acelero el paso, sin embargo su paso se detuvo. Algo en su interior le decia que no debía huir o talvez se sentía culpable por dejar al chico a su suerte, cuando él se habia preocupado por alimentarla y por salvarla del veneno de aquella serpiente.

──¿Qué estoy haciendo? ──. Giro su cabeza y vio en la dirección donde la cueva se encontraba.

──Se veía tan indefenso──. Recordó cuando le dio una ultima vista a la cueva y lo vio, acostado, con sus ojos casi cerrados.

Dejo salir un largo suspiro, para luego comenzar su camino de regreso a la cueva.

 ──¿Que estoy haciendo? ──. Se pregunto a si misma.

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Al llegar a la entrada de la cueva, vio al chico inconsiente en el suelo.

Se acerco a él y efectivamente aun seguía vivo, eso le dio algo de alivio. Se dedico a ver su rostro por unos segundo, su expresión era totalmente diferente ya no tenia el ceño fruncido de siempre, ahora su rostro parecía pedir ayuda.