CONSEQUENCES ▷ KOL MIKAELSON [3] [TRADUCCIÓN]

𝟏𝟏. 𝐋𝐎𝐎𝐊 𝐖𝐇𝐎'𝐒 𝐒𝐓𝐀𝐋𝐊𝐈𝐍𝐆

(‎CAPÍTULO ONCE‎:
‎MIRA QUIÉN ESTÁ ACECHANDO‎)

✧࿐ ཾ✧ 

‎SER PARANOICA ESTABA EN ‎‎MI SANGRE. Por alguna razón, no podía sacudirme la sensación de que me estaban observando mientras me sentaba en la acera con la esperanza de tomar un taxi. En un lugar tan agitado, estaba luchando para llamar la atención de los conductores. Después de los eventos de la noche anterior, decidí escapar de Nueva Orleans por un corto tiempo. Sin embargo, descubrí que era más fácil huir de mis problemas cuando era un vampiro que podía obligarme a mí mismo a alquilar coches y pasajes aéreos de primera clase. Todo lo que tenía era el dinero de la billetera de Adelina, que oré sería suficiente para llevarme a donde quería ir. Mirando el puñado de billetes y monedas, tenía dudas, pero tampoco me oponía a usar la fuerza para obtener lo que quería. ‎

Cuando finalmente se detuvo un taxi, me sentí aliviada y reacia. Incluso si quisiera salir de Nueva Orleans, no podría ignorar mis instintos. Murmuré una breve y poco sincera disculpa al conductor antes de girar rápidamente sobre mis talones y meterme entre las hordas de turistas. Si alguien me estuviera mirando, sin duda me perseguirían. En un esfuerzo por atrapar a mi acosador potencial, di un giro brusco hacia un callejón cercano y me escondí detrás de un contenedor de basura.

Muy pronto, un hombre desconocido con una chaqueta oscura irrumpió en la calle, dando vueltas en círculo mientras me buscaba. Sin pensarlo, saqué mi pistola de mano, quité el seguro y salí a la vista. Inmediatamente, el hombre se congeló y levantó las manos en el aire.

—Podemos hablar de esto —soltó, alarmado y con los ojos muy abiertos. Para alguien que estaba destinado a acosarme, era una cosita aterrorizada.

Fingí considerar esto —¿Qué tal si hablas de esto y no habrá una bala atravesando tu cráneo en los próximos cinco segundos? —entrecerrando los ojos, traté de averiguar si podía ubicar su rostro, un enemigo mío o de Adelina, tal vez, pero nada me recordó. De hecho, el hombre era bastante sencillo —Empecemos por tu nombre y quién te envió —insistí, sin dejar de apuntar mientras me acercaba a él.

Abriendo la boca, el hombre no tuvo la oportunidad de responder cuando un resoplido llamó nuestra atención. Apartando mi cabeza del hombre, vi a una pelirroja llorando asomando detrás de una pared de ladrillos. Para cuando miré de nuevo al hombre, ya se había ido.

—Es tu culpa —llamé a la chica, pisando fuerte en su dirección. 

Inclinó la cabeza hacia un lado en cuestión —¿Qué hice? —curiosamente, ella no parecía asustada, más bien... triste. A pesar de ver a una joven de veintidós años apuntar con un arma a un hombre en la calle, no se asustó.

—¡Me distrajiste y lo dejaste escapar! —le grité, más fuerte de lo que pretendía, pero fue una pregunta tonta —No sé quién era ni por qué me seguía. Y ahora dejo que el taxi se vaya por nada, así que tendré que esperar una hora más hasta que uno realmente se detenga por mí —me quejé, las arrugas de mi frente se hicieron más profundas —¿Qué estás haciendo aquí? Tienes, como, catorce años, ¡podrías ser asaltada, violada o asesinada! —veces, olvidaba que no todos sabían lo peligrosa que podía ser una ciudad como Nueva Orleans. No estaba segura de por qué me importaba lo que le sucediera a esta chica, pero no era como si supiera por qué hacía tantas cosas últimamente.