NARUTO REDFIELD

Capítulo 5

Mi otra mitad

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-"Estas hecho un pincel"- comentó divertido Chris mirando a Naruto -"¿No será que irá alguien especial a la fiesta?"-

-"No empieces con eso"- dijo Naruto peinándose un poco frente al espejo del baño.

-"Si me dijeras quien te gusta pararía"- sonrió Chris.

Naruto nego -"No te lo voy a decir"-

-"Ya lo descubriré"- comentó Chris -"¿Quieres que te lleve o iras con la moto?"'

-"Iré con la moto"- comento Naruto -"Si acabas ligando definitivamente no volveré andando"-

-"¿Crees que te dejaría volver solo?"- pregunto Chris -"Te dejaria y luego volvería"-

-"Lo se, por eso mejor llevo la moto, asi no tienes que dejarla sola"- murmuro Naruto.

-"Bien pensado"- señaló Chris.

-"Además no creo que me quede mucho"- murmuro Naruto -"Yo no soy mucho de fiestas ni de noche"-

Chris se rió -"¿Así como vas a ligarte a la que te gusta?"-

-"Porque ella es igual que yo"- dijo Naruto.

-"Venga dime quien es"- pidio Chris.

Naruto se giró para mirarle -"No"-

-"Como quieras"- comentó el mayor -"Yo me iré ya, ¿Sabes donde es verdad?"-

-"Si, me lo has dicho ya tres veces"- contesto Naruto -"Yo iré en un rato"-

Chris asintió -"No tardes mucho"-

Naruto asintió y vio a su hermano caminar hacia la puerta de la cas mientras cogía las llaves de su coche.

-"Nos vemos ahora"- se despidió Chris abriendo la puerta y cerrando tras él.

El rubio se quedo unos segundos en silencio hasta asegurarse de que su hermano se había ido gracias al ruido de su coche.

Se llevó una mano dentro de su chaqueta para sacar una cajita envuelta en papel de regalo.

-"Yo, Jill tu..., tu me, gustas"- murmuró Naruto y despues suspiro mientras se miraba al espejo -"Soy patético"-

Se quedo mirando por unos segundos su reflejo para después guardar la caja en su chaqueta, abrir el grifo y lavarse un poco la cara.

Un par de segundos después cerró el grifo y salió del baño caminando hacia la salida. Cogio una chaqueta mas gruesa y se la puso seguido de coger el casco de la moto y las llaves.

Apago las luces y salió de la casa hacia su moto que estaba aparcada justo delante.

Una vez se subió, se puso el casco y la arranco, poniendose en marcha a los pocos segundos.

A cada metro que avanzaba su estómago se retorcía, ¿De verdad tenía prisa por ir?, no, no la tenía, de hecho solo iba por ver a Jill y decirla que se había enamorado de ella, qué fácil parecía pero que complicado para él era.

Cuando le quedaba la mitad del camino se dio cuenta de la poca gasolina que tenia la moto.

Tampoco necesitaba una mejor excusa para tardar mas en llegar por lo que se desvió un poco del camino hasta localizar la gasolinera.

Detuvo la moto una vez llegó y se bajo de esta, abrió la tapa y cogió uno de los surtidores para echar la gasolina en la moto.

Un trabajador se acercó a él y se quedo viendo a los números de la pantalla del surtidor.