Capítulo 6

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"Cuando alguien me ha ofendido trato de elevar mi alma muy alto para que la ofensa no la alcance".
- René Descartes




Llegamos al castillo y rápidamente subí a mi habitación para cambiarme,  al llegar note un hermoso vestido rojo sobre la cama y algunos accesorios, un collar que tenía como dije una flor cubierto por pequeños diamantes  y una peineta con las mismas piedras, sonreí al verlos, decidí dejarlos en la cama para después verlos, no perdí más el tiempo  y me metí a bañar.
Al salir una anciana muy sonriente se encontraba ahí lista para ayudarme a vestir, no supe su nombre, en cuanto acabo se fue. Ya era bastante tarde, suspire y decidí mirar el resultado final, al acercarme al espejo me sorprendí al ver a una mujer hermosa, no podía creerlo, tenía que agradecerle a esa señora en cuanto la volviera a ver, tenía un maquillaje casi natural y mi cabello se encontraba de lado sostenido por la peineta, mientas que caireles caían del pelo suelto.

Por última vez me  me miré al espejo y me dije a mi misma que tenía que disfrutar la noche, esto era por mi y no iba a ser berrinche de eso, suspire y me encamine al salón de baile.

Al llegar al salón donde hace un rato estábamos hablamos los tres,  pude notar un gran cambio, no se precia en nada al de la mañana, ahora estaba lleno de vida, candelabros hermosos llenos de velas sobresalían, tulipanes amarillos, mis favoritos, acompletaban el decorado, era un hecho que Shaza sabia de mi gusto por esas flores porque eran las únicas que había.

-¡Por fin!- Escuche la voz de Shaza detrás de mi, al darme la vuelta me di cuenta que no estaba solo, lo acompañaba Zac, Dina quien me miraba enojada y Nini, sonreí al verlo.

-¡Feliz cumpleaños coneja!- Me dijo con una gran sonrisa Nini- ¡Wow! Como haz crecido y si que estas hermosa, Harry me lo dijo hace rato pero no le creí- Mire a Harry quien estaba sorprendido, abrió la boca, seguro para reclamar pero Nini se adelantó- Como sea, me da un gusto verte, dime por favor que todavía te acuerdas de mi.

-Claro que si cachorro- Su sonrisa se volvió más amplia, solía decirle así de cariño, para él no era nada ofensivo, como para mi no era que me digiera coneja ya que me puso ese apodo porque todo el día me la pasaba saltando, cantando o bailando.

Shaza se acercó.

-Bien, me da gusto que los mejores amigos se encuentren pero hoy es día de festejo, así que si me permite damisela- Me puso su brazo para que me sostuviera de él.

Caminamos unos cuantos pasos hasta quedar al centro de la pista, pude apreciar algunos rostros que vagamente conocía, había Guros, Chalas que eran una mezcla
De toros y rinocerontes y caminaban con 2 patas, Litos, pequeños duendesillos que son los encargados de proteger las riquezas de Haivan, las hadas protectoras de los bosques, los hermosos ciervos dorados que tienen una belleza inigualable, su sangre cura a enfermos y revive a muertos o al menos eso recordaba, Tridentes, una especie de águila real de color azulado, también son guerreros poderosos que salen cuando el problema es muy grande ya que son como hechiceros, por eso cuando están con humanos u otros seres se transforman en una especie de ángeles; también había duendes, elfos y otros seres que eran nuevos para mi, me centre en una chica humana quien me miraba con una gran sonrisa, inmediatamente se me vino el nombre de Cata si, era mi amiga, mi protectora, porque si mal no recuerdo "Harry y yo" también teníamos protectores, eran como "nuestros ángeles de la guarda" solo que un poco más poderosos, así que no era tan joven como se veía, pero seguía igual de bella, al percatarse de mi mirada me hizo una reverencia.

-Sean bienvenidos amigos míos para la celebración del cumpleaños de nuestra amada Elizabeth- Todos aplaudieron menos Harry, porras y gritos se oyeron por todo el salón- Por favor tengan la libertad de disfrutar esta humilde fiesta.

Haivan: Memorias | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora