Capítulo 5

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"La infancia es un privilegio de la vejez. No sé por qué la recuerdo actualmente con más claridad que nunca".
-Mario Benedetti



-¿Y?- Me pregunto Dina en cuanto llegue a su habitación.

-¿Qué?

-¿Qué tal el clima?- Mi cara mostró duda- Es sarcasmo querida...¿Como que Elizabeth? aveces eres insoportable...obvio quiero saber que pasará, ¿Cuanto tiempo nos vamos a quedar?

-Yo mucho, tú mañana te vas.

-Espera... ¿Qué ? ¿Crees que te dejare sola? Estas loca, además ¿Desde cuando decides por mi?, eso lo hago yo y...

La interrumpí.

-Mira Dina, no se que diablos este pasando aquí, ni siquiera yo lo sé, espero que este en estado de coma y esto sea producto de mi imaginación, pero mientras lo descubro, no voy a ponerte en riesgo, te iras y seguirás con tu vida, punto final.

-¿Crees que me olvidare de esto tan fácilmente?- Claro que lo haría ya que Shaza prometió borrarle la memoria, pero omitiría eso.

-Créeme Dina, lo harás.

-¡Mierda! No Eli, ¡no es justo! Somos mejores amigas, ¿Por qué me haces esto? Juntas somos invencibles, ¿recuerdas?, somos almas traslúcidas, soy tu gato en la obscuridad, almas gemelas, eso es una maldita traición y ¿sabes que? No me voy a largar de aquí, es contigo o nada- Empezó a salir por la puerta, pero una vez mas me volteó a ver con recelo- Púdrete- Dicho esto azoto la puerta.

Obviamente me dolió todo lo que me dijo, claro que éramos inseparables pero no iba a dejar que le pasara algo malo, es como la hermana que no tuve.
Me tire a la cama por un momento, entonces pude admirar la recamara, un verdadero cuarto de princesa, adornos bañados en oro, una cama matrimonial con sabanas y colchas hechas a mano, un techo con pinturas extraordinarias y un pequeño balcón, era el cuarto soñado, me quería dormir un rato ya que no había descansado desde la casa de la Sra Krift, pero no pude. Mire el armario de madera tallado a mano, realmente era hermoso, supire y me levante, tenía que estar lista para mi paseo con el estúpido de Harry, me dijo que pasaría por mi en media hora y ahora solo me quedaban 15 min o eso calcule, abrí el armario y hermosos vestidos de diferentes tipos de tela y colores sobresalían, "vaya, Shaza si que me estaba esperando" me dije, todos eran de mi talla, odiaba los vestidos, pero no tenía otra opción así que seleccione uno sencillo con mangas cortas y tela liviana color dorado con blanco, tenía algunos toques de brillos, y me quedaba un poco pegado al cuerpo, pero lo suficientemente para moverme con libertad. Me metí a tomar un baño rápido, fue un poco complicado ya que tuve que poner yo misma el agua que había en un contenedor a la tina blanca que estaba a la mitad del baño, lo hice lo más rápido que pude, al salir me vestí rápidamente y deje mi pelo semi mojado suelto, al terminar se oyeron unos golpes en la puerta. Al abrirla encontré a Harry; ¡dios! realmente era guapo y sus ojos...

-Ya vámonos- Se dirigió al pasillo, ni siquiera me espero, cerré la puerta y empece a correr para alcanzarlo, cada hora que pasaba me daba cuenta que efectivamente, era un verdadero idiota.

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Estuvimos caminando cerca de una hora, en la mayoría del tiempo solo hubo silencio, él se adelantaba por 3 pasos más que yo, así que me la pase corriendo para alcanzarlo, solo hablaba para decirme que había en cada lugar, como: "Ahí se encuentra el río donde los habitantes llenan sus suvenir", "allá esta la cosecha", "este camino jamás lo tomes", "aquí esta el lado peligroso" y bla bla bla bla... No era que no quisiera ponerle atención, pero realmente no podía concentrarme, además conforme iba caminando empezaba a reconocer el lugar, como si me lo supiera de memoria, antes que hablara ya sabia en donde nos encontrábamos. Empezó a caminar mucho más rápido, estaba idiota si creía que lo seguiría, así que me frene en seco, era tiempo de ponerlo en su lugar, se dio cuenta y se detuvo para mirarme.

Haivan: Memorias | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora