Capítulo 8

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"La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio".
-Isabel Allende





Shaza empezó a trazar líneas  en un mapa donde venia todo Haivan, junto con Harry usaban términos militares e iban colocando un grupo de soldados en un punto específico, seleccionaron a vigilantes, a cuidadores a guardias y un sin fin de personas que ocuparían un puesto elemental, yo ponía bastante atención, de vez en cuando Harry me volteaba a ver para explicarme algunos términos, cosa que agradecí.
Lo que me pareció bastante extraño fue no encontrar a Zac ahí, ya que el también era un líder, me dio pena preguntar así que seguí adentrándome en la conversación.

-Esta bien.-Fue lo único que dije mientras caminaba hacia la salida.

-Mañana continuamos Elizabeth, descansa.- Escuche decir a Shaza detrás de mi.

Mientras me dirigía a la habitación pude sentir la mirada de Harry detrás  de mi, una extraña sensación recorrió todo mi cuerpo, una mezcla de escalofríos y emoción. Sentí un jalón, por un momento creí que era Harry pero no fue así, era Zac, me sonrió alegremente. Vi pasar a Harry a nuestro lado al parecer estaba enojado ya que pisaba más fuerte de lo normal y tenia los puños cerrados, a veces no lo entendía.

-¿Qué quieres?- Pregunte cortante.

-Hablar contigo.

-No creo que pueda ahorita, quede de ver a Dina en su cuarto.

-No te quitare mucho tiempo, solo quiero aclararte sobre lo que viste en el bosque- Se escuchaba nervioso, me quede callada quería escuchar su versión- No quiero que pienses mal, simplemente hablaba conmigo mismo, a veces me siento un poco presionado y necesito mi espacio ¿sabes? Por eso me voy a un lugar en donde se que nadie estará.

-Pero lo haces ver sospechoso.- Le reproche.

-Lo sé, mira Elizabeth solo quiero que sepas que jamás traicionaría a Shaza ni a la tierra que me acunó, jamás- Su mirada y sus palabras eran muy sinceras, al no decir nada continuó- Me da mucho gusto que te hayas quedado, te lo digo de corazón, nos haces falta.

-Gracias Zac- Sonreí, tal vez si era una ingenua en creer en él, pero vamos tenía que darle el beneficio de la duda, aunque lo tendría bajo vigilancia, de eso estaba segura- Bueno entonces mi querido compañero me retiro, yo... me ... Bueno quiero descansar, Buenas Noches.

Me miro de una manera extraña, su mirada mostraba mucha luz y paz aunque suene estúpido- Buenas Noches Eli.

*******

-¡Ayúdame!, ¡Ayúdenme!, por favor ayuda.... ¿Alguien me escucha?

-¿Dónde estás?- Grite con desesperación al oír la voz de aquella mujer, corrí hacia el castillo, quería encontrar a alguien que me ayudara.

-Aquí, por favor ayúdame- Su llanto era desgarrador, corrí un más rápido hasta que llegue al camino prohibido.

-Aquí... ven... me...duele... me duele mucho...- Frene en seco, no debía estar ahí, según las palabras de Harry pero no podía dejar a esa mujer sola, me acerqué lentamente cuando vi aquel árbol castaño, el mismo en el que estaba Zac hablando solo, ahí estaba ella.

-¡Elizabeth ayúdame!- Gritó como loca, estaba llena de sangre, era una chica aproximadamente de mi edad, muy hermosa por cierto, tenía una larga cabellera quebrada de color negro y unos ojos azules realmente cautivadores, como el mar. Estaba hincada, sus manos detenía la hemorragia de su herida en el estómago, su vestido blanco lleno de sangre lo revelaba a un más, se levanto con mucho esfuerzo para caminar hacia a mi, me quede petrificada ante lo que estaba presenciando.

Haivan: Memorias | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora