Destiny [Wheesa]

∞End∞

Ok, esto no era lo que tenía planeado.

¿Por qué siempre todo tiene que salir diferente?

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH

Cuando salí del departamento junto a Taehyung después de nuestra conmovedora y reconfortante charla, jamás creí encontrar a HyeJin justo a unas cuadras de la parada de autobuses que usa mi mejor amigo, mucho menos pensaba terminar cenando junto a ella y todavía era menos probable en mi mente hablar y aclarar las cosas con la pelinegra esa noche.

Apenas tomó la decisión de hacer las cosas bien y todo lo demás se apresura

¡Sea lo que sea que esté haciendo esto, que se detenga!

Han pasado 15 minutos desde que entramos al restaurante y aún no hemos dicho nada, simplemente hablamos cuando llegó un agradable mesero del cual no recuerdo el nombre, a tomar nuestro pedido.

A todo esto, no recuerdo haber ordenado algo.

—¿Ordenará algo señorita? ¿O regreso en otro momento?

Miré a HyeJin y al mesero de cabellera roja, quienes me miraban con atención -demasiada para mi gusto- y sentí como mi rostro se calentaba por la vergüenza de haber sido encontrada divagando en mis pensamientos, por lo que, entre balbuceos dije lo primero que logre razonar.

—Lo mismo que ella ordenó, por favor— sonreí amablemente regresando el menú.

—Bien, dos órdenes de samgyeopsal, dos órdenes de Banchan y como bebidas dos botellas de soju, anotado, ¿Algo más?— ambas negamos con un movimiento de cabeza —Vuelvo en un momento con sus órdenes.

El sonriente mesero nos dejó solas y nuevamente caímos en silencio un poco incómodo, mis manos sudaban un poco mientras yo trataba de ordenar todos mis pensamientos y palabras para poder expresarme.

Algo que claramente jamás pude hacer.

—Yo...

—¿Recuerdas que cuando estábamos en el instituto íbamos una vez a la semana a cenar en el pequeño local de los Kim?— interrumpió mi murmullo fallido —Íbamos tantas veces que ya nos tenían listo nuestros platillos favoritos.

—Samgyeopsal y una orden de patas de pollo, una combinación demasiado interesante, lo recuerdo muy bien— dije un poco más cómoda y sonriendo con nostalgia —Fueron buenos tiempos, HyeJin— suspire.

—¿Qué nos pasó, WheeIn?— me tense al escuchar su murmullo, ella había desviado su mirada a alguna parte del lugar sin saber mi reacción ante su pesar.

Yo también quiero saber que nos pasó.

Mi mayor error en el pasado fue desconfiar, dejar que mis inseguridades tomarán posesión de mi y sobre todo no expresar mis sentimientos y pensamientos

Y lo peor que pude hacer fue alejarla de mi.

—Lo siento.

HyeJin me miró de vuelta con un poco de confusión en sus ojos, pues no sabía todo lo que pasaba en mi mente. Vi como su intento por indagar un poco en mi disculpa era interrumpida por el mesero pelirrojo quien llevaba nuestro pedido.

—Provecho señoritas.

—Muchas gracias JooHeon— contesto la pelinegra yo le sonreí de vuelta y sin más volvió a retirarse.

La pelinegra comenzó a cocinar los trozos de carne ya sazonados e imite su acción, sentía un nudo en mi garganta por lo que fue un poco difícil disfrutar de la comida y del soju -algo imperdonable en mi persona- pero aún así me obligue a comer. La cena transcurrió en silencio, ninguna intentó empezar aquella conversación que era el motivo de nuestra reunión, yo comenzaba a cansarme mentalmente y a sentirme fatigada, mi corazón dolía todo esto dolía como la mierda. Más tarde salimos del restaurante después de pagar la cuenta, la noche era cálida pero aún se sentía en la lejanía una brisa fría del invierno que acababa de pasar.