Desaparecido

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Lia estaba en la cocina sirviéndose unos bocadillos y se quedó pensando en lo que había sentido.

- ¿Lía porqué estas tardando tanto? -pregunto Keylin.

-No nada, un mal presentimiento, ya voy.

-Está bien no te tardes, te estás perdiendo la película.

Lía tenía los bocadillos en sus manos y miró el reloj en la cocina que ya eran las 8 pm. Se quedó un tiempo pensando.

- ¿Lía?

-Si ya voy -respondió Lía, sacudiendo su cabeza un poco, olvidando el malestar que había sentido hace poco, yendo a la sala.

- ¿Todo bien? -pregunto Keylin.

-Sí, solo sentí un escalofrió y dolor de cabeza.

-Tienes que relajarte amiga, ya has estado muy estresada el día de hoy. Recuerda que esta es una noche de chicas -dijo Keylin tomando una copa de vino y sonriendo.

-Sí, pido disculpa -contesto Lía sentándose en el sofá.

-No hay nada que disculpar -respondió Keylin tomando unos bocadillos.

Keylin se levantó a apagar la luz y siguieron viendo la película.

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La mamá de Josh se bajó de su auto, y el papá lo metió al garaje, después entró a la casa y vió a las niñas comer helado en la sala y preguntó:

- ¿Josh dónde está?

-Salió al parque, dijo que volvería pronto -respondieron una de las niñas.

-Está bien -contestó la mamá quitándose la chaqueta que llevaba puesta y poniéndola en el tendedor.

-Me dejan un poco de helado -dijo el papá entrando a la casa.

-Si papá -respondieron ambas riéndose.

-Bueno vamos al cuarto -dijo la señora Cooper.

-Si Josh vuelve, ábranle la puerta -ordenó el señor Cooper.

-Si papá -contestaron ambas sentándose en la sofá y encendiendo la televisión.

(---)

Maila termino de empacar el pedido de las gemelas y salió de la cocina a entragarselo.

-Aquí está tu pedido July.

-Gracias mesera -respondió con una cara de desprecio.

-Ya pueden irse -contesto Lía en voz baja.

Ambas gemelas solo voltearon la mirada a Maila y la vieron seriamente, pero después solo apartaron sus miradas, y se dirigieron a la salida.

-Qué alivio que se fueron -se dijo así misma Maila.

- ¿Son tus compañeras de instituto? -preguntó Stela.

-Sí, pero no me caen nada bien, son insoportables.

-Ya me imagino -respondió la tía contando el dinero ganado del día.

- ¿Bueno, ya vamos cerrando no?

-Sí, comienza a limpiar las mesas y cierra la cortina de metal de la puerta de entrada.

Maila comenzó a limpiar el local y salió afuera para cerrar desde el exterior, pero notó una carta que tenía su nombre, se preocupó un poco pero aun así la tomó; la abrió despacio y notó una imagen que salían dos chicos golpeados ella inmediatamente se desconcertó.

Un Instituto peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora