Un Instituto peculiar

Primer dia de clases

Stela caminaba por el pasillo de su casa, se detuvo y vió su reloj de mano; eran 6:00 am. Abrió la puerta del cuarto de su sobrina y dijo:

-Levántate Maila, o te perderás tú primer día de clases en esta nueva escuela.

-Si.... gracias por hablarme -algo adormitada contestó Maila.

Maila se levantó a ayudar a su tía a preparar la comida para vender en el restaurante; fué a arreglarse para ir a la escuela y se despidió con un beso en la mejilla de su tía.

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Josh caminaba lentamente con su mirada al suelo, escuchó que alguien le habló a lo lejos y volteó a ver quién era.

-Hola Josh -dijo Daniel en voz alta que venía corriendo atrás de él.

-Hola, ¿te levantaste temprano hoy?

-Sí, es que trato de llegar temprano al primer día de clases ¿te acompaño en esta caminata hacia la escuela? -preguntó tímidamente Daniel.

-Si está bien -respondió Josh bajando su cabeza.

-Oye, mira allá va Lía -le dijo Daniel a Josh señalando un auto de color negro.

-Puede ser cualquier otra persona...

-Estoy seguro que es ella.

- ¿Quieres apostar 20 dólares? -preguntó Josh sonriéndo.

-Claro, apuesto qué de ese carro se bajará una chica de piel clara, con ojos color verdes, de complexión delgada y vestida con una falda.

- ¿Porqué lo de la falda? -preguntó Josh algo confundido.

-Sus vidas son un libro abierto, en una historia de instagram Keylin público como ambas se vendrían hoy.

-No pues ya ganaste, Daniel.

-Paga -dijo Daniel sonriendo.

Josh sacó su cartera de su bolsillo y le pagó a Daniel sin ganas de darle el dinero.

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Estaban dos chicas dentro de un auto, cerca de la entrada del instituto, a lo que Keylin le propuso a Lía:

-Oye ¿y si mejor no vamos al primer día de clases? digo... nunca hacemos nada el primer día.

-No Keylin, debemos asistir a clases, aparte Leonel y Ángel quedarían esperándonos -respondió Lía.

-Si, es cierto, quiero ver a mi amor Leonel, ya tiempos no nos vemos.

- ¿Pero si nos vimos el fin de semana? en fin... no importa.

- ¿No tienes ansias de ver a Ángel? -preguntó Keylin.

-Si, claro -contestó Lía con una emoción vacía.

-Por cierto, me gusta tu falda azul Lía, y esa camisa blanca con escote, te queda muy bien.

-Gracias Keylin, también se te ve bien esa falda negra, aunque está muy corta. Pero te ves bien.

-Claro amiga, a mí ¡todo me luce! --respondió Keylin con voz un poco irritante.

Las chicas adentraron el carro al instituto para parquearlo y poderse bajar, pero en ese entonces Lía vió un nuevo chico de cuerpo atlético, de piel color café medio y de estatura normal; lo vió entrando al instituto y sonrió levemente.

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Este chico no notó el carro blanco y entró al instituto un poco perdido y le preguntó a unos chicos que vió sentados arriba de una mesa con los pies en las sillas.