Fiesta parte ll

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Daniel apartó su mirada de Eliot, este dió un suspiro y se iba a acercar cuando un amigo le dijo:

-No vale la pena, mejor vámonos.

Daniel no les puso atención y siguió caminando para entrar a la casa. Mientras Eliot sé fué con su amigo enfurecido subiendo al auto.

Había un carro estacionándose enfrente de Eliot y del carro bajo Tara, July y Lucas el hermano de ellas.

-De lo que me perderé por ti -dijo el amigo de Eliot al ver a July Tara vestida con mini faldas y unas camisas escotadas cortas.

-Su hermano te noquearía antes de que les hables -respondió Eliot.

-Si es cierto ese chico parece que come pura espinacas y cuánto mide ¿2 metros?

-Ya vámonos -contestó Eliot enojado.

El amigo de Eliot arrancó y se fueron para sus casas.

-Hola Daniel ¿sabes si Josh vino? -preguntó Tara.

-No, creo que no -contestó Daniel.

-Bueno aun así estaremos un rato -respondió July entrando a la casa.

Daniel sacó su teléfono de su bolsillo y llamo a Sarah preguntándoles:

- ¿Dónde están?

-En el piso de arriba, en el cuarto de Lía.

- ¿En el cuarto de Lía? ¿Qué hacen ahí? -preguntó Daniel sin entender.

-Estabamos abajo, pero Josh quiere leer, asi que subimos y además nos iremos entre unos 40 minutos más o menos.

-Bueno ahorita voy, por cierto las gemelas andan aquí con su hermano creo.

-Otra razón por la que Josh no bajará -respondió Sarah riéndose un poco.

-Si quieres puedes bajar tú, y con Daniel pasan la fiesta por mientras mi mamá viene -propuso Josh.

- ¿Seguro? -preguntó Sarah.

-Si está bien, aquí hay tranquilidad.

-Bueno -dijo Sarah saliendo del cuarto.

Daniel fué a la piscina y vió que había muchos chicos en ella, así que se sentó en una banca cerca de la piscina a esperar a Sarah, notó qué varios chicos vieron su frente pero él los ignoró tapándose con una mano.

- ¿Daniel que te pasó? -preguntó Sarah preocupada.

-Nada -respondió Daniel sin querer hablar del tema.

-Fue ese chico verdad ¿cuál era su nombre? ¿Paulo?

-Fueron sus amigos, pero ya no es relevante, me quiero olvidar de eso.

Sarah abrazó a Daniel y vió que este se movia del dolor cuándo sus brazos tocaron su espalda.

- ¿También te hirieron la espalda? -preguntó algo triste Sarah.

-Sí, pero no te preocupes, mi mamá ya se encargó que sanara.

-Bueno no entraremos a la piscina, está demasiado llena.

- ¿En poco tiempo se irán? ¿Quieres ver?

-Bueno -contestó Sarah sin saber que haría Daniel.

-Juguemos a la botellita -dijo Daniel en voz alta.

Justo un chico escuchó y dijo botellita, botellita. Seguidamente los demás chicos corrieron la voz haciendo que muchos quisieran jugar, haciendo que Keylin se salga de la piscina y la mayoría comenzó a salirse también, después agarró una botella y la mayoría la siguió a ponerse en un círculo para jugar.

Un Instituto peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora