Mi vecino urólogo

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Soy bisexual pero nunca lo he dicho abiertamente. Este relato toma lugar cuando tenía 18 años, por ese entonces yo tenía un amigo, su nombre es Darío. Él era menor que yo por 1 año. Yo me llevaba muy bien con él y con sus padres, los cuáles se habían divorciado cuando él tenía 12 años y mi amigo se quedó al cuidado de su padre. Su padre, Mario, de 38 años era médico urólogo. Bueno, volviendo al relato a mí siempre me han llamado la atención los hombre mayores. Un día mi amigo me invita su casa a jugar Play4 , casi siempre nos reuníamos en su casa y nos pasábamos horas y horas jugando. Bueno resulta que ese día acudí y me abre la puerta su padre el cuál me invita a pasar.

-Buenas tardes Ricardo, ¿como estás?- me saluda Mario mientras me invita a sentar.

-Buenas tardes Don Mario, todo bien ¿y Ud?

-Todo bien, sin problemas. Por cierto Darío salió a recoger unos documentos que le encargué, pero siéntete en tu casa y espéralo hasta que vuelva- él era un hombre muy guapo y fuerte, nunca ha sido de hablar mucho, es muy serio y siempre me miraba como si me fuese raptar o algo así, eso me ponía nervioso.

-Muchas gracias Don Mario, espero no molestar mientras espero

-Tranquilo, cuéntame como te va en las clases- dijo mientras se sentaba a mi lado.

-Todo bien. Esperando que se acaben para salir a vacaciones jejeje- reí para sentirme cómodo.

Rió- ¿y en la universidad que piensas seguir?

-No lo se, ha decir verdad aún no me decido entre medicina y psicología.

-Eso es muy importante y debes pensarlo muy bien, es tu futuro

-Lo haré muchas gracias Don Mario- hubo un silencio un poco incomodo, así que decidí preguntar por algo- ¿Qué tal el trabajo?

-Tocando a profundidad- Rió

-Jaja- Reí- Siempre he tenido curiosidad sobre su trabajo

-¿De verdad? Si quieres yo puedo enseñar.

-Curiosidad de como se hace eso, dicen que a los 40 todos debemos hacernos esas pruebas

Estábamos conversando cuando le entra una llamada.

-Un momento- me dijo mientras se dirigía hacia su móvil que al parecer estaba en su cuarto.

Al salir del cuarto, se acerca a mí.

-Me llamó Darío. Me dijo que su madre lo había llamado para preguntarle si quería que lo acompañara al almuerzo. A lo cuál Darío le dijo que si. Me dijo que te dijera que lo siente, que otro día quedan para jugar- noté una sonrisa pícara en su rostro. Me decepcione un poco, así que me levanté para irme.

-Espera, ¿no quieres que te explique como es mi trabajo?

-Bueno, ok, a lo mejor me decida por medicina- Reí

Entró a su cuarto y sacó una mochila donde tenía varios utensilios. Me dió una bata de las que utilizan sus pacientes cuando van a sus cunsultas y me dijo que me la pusiera. Fui al baño, me quité todo y salí solo con la bata puesta. Se me quedó viendo de pies a cabeza, eso me puso nervioso y me sonroje un poco.

-Acuéstate en el sillón voy a ver unas cosas- fui y lo hice.

Después de un momento observo que viene con sus guantes.

-Ponte en cuatro y respira- solo sentía su respiración, escuchaba como se ponía sus guantes y abría el gel lubricante mientras tenía a la vista todo mi culo.

En eso siento que me empieza a untar el gel y con el dedo empieza a hacer presión contra mi ano, me dice que me relaje y así lo hice y siento como empieza a entrar su dedo por mi culo. En ese momento me empieza a explicar la técnica y de como saber identificar algún problema.

-Ya que estamos, te haré una revisión.

- Ok- dije nervioso.

Mi cuerpo no se controlaba y comenzaba a excitarse debido a que él comenzó un mete y saca con su dedo. Yo trataba de controlar mi respiración, hasta que siento que empieza a entrar otro dedo. Omg! Controlate controlate. Me decía a mi mismo mientras él seguía con el mete y saca. Así estuvimos por 5 minutos.

-Todavía no hemos terminado- dijo mientras me sacaba los dedos

Después de unos segundos sentí algo más grueso y caliente tratando de entrar en mi culo, regresé la mirada y veo que es su pene todo erecto. Se acerca a mi oído y me susurra.

-Qué buen culo tienes te lo voy a abrir todo

Yo estaba tan excitado que le dije- si hágalo- nosé en que estaba pensando, ¡era el padre de mi mejor amigo!

Se unto gel un su verga y me lo empezó a meter. Me agarró de las caderas y me presionaba contra sus huevos. Su verga era muy grande y entraba con algo de trabajo, hasta que de un movimiento entró hasta el fondo. Di un grito de placer, el cuál se oyó por toda la sala.

Yo me entregaba al deseo y solo pensaba en que me coja y sentirlo dentro de mi, creo que me leyó la mente porque me dió unas nalgadas que me hicieron gemir, pero no del dolor sino de la excitación. Sin sacarme la verga se acomodó en el sillón y me hizo que lo cabalgara. Solo sentía como debido a mis movimientos su polla entraba y salía.

Estuvimos en esa postura como unos 15 minutos, hasta que él se levantó y me cargó, me pegó a la pared y comenzó un vaivén fuerte y rápido haciendo que mis labios no pararan de gemir.

Estuvimos cogiendo por otros 20 minutos.

-Quiero correrme dentro de ti- dijo agitado.

-Hazlo, llename de tu esencia- dije entre gemidos.

Eso lo prendió más porque me empezó a embestir con más fuerza hasta que termino. Dejó su verga dentro de mi hasta que se salió sola. Nos quedamos desnudos y yo con su leche en mi interior.

-No pensé que tendría sexo con el amigo de mi hijo, pero me encaunto y espero que lo volvamos a repetir- dijo mientras se ponía el pantalón.

Me sonroje, obviamente a mi también me encantó.

Luego de eso lo hicimos un par de ocasiones más en su casa y un día me invitó a su consultorio, pero eso queda para otra historia, háganmelo saber en los comentarios.

Espero que le haya gustado, perdonen cualquier falla, acepto cualquier consejo.

Gracias por leer.

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Byee

Drabbles (Relatos Eróticos/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora