Historias lindas y cortas || Miraculous Ladybug.

Avergonzada.[ Ladynoir]

Chat Noir tenía fuertes sospechas de que su Lady está enamorada de él.
Por diversos motivos, por ejemplo a veces la miraba y se daba cuenta que ella ya lo estaba mirando, ella rápidamente miraba a otra parte, con las mejillas rojas.

También estaba el hecho de que sus patrullas se habían vuelto aún más "físicas" es cierto que antes casi no había límites entre los dos, sin embargo ahora en varias ocasiones pasaban sus patrullas con las manos entrelazadas.

Además a veces ella lo deja acostarse y poner su cabeza en sus piernas, y lo acaricia como si ella fuera una ama dando mimos a su minino.

A Chat Noir le encanta especialmente cuando ella le rasca en su lugar favorito detrás de sus orejitas de gato falsas.

Una vez, cuando ella le estaba dando atenciones, él abrió los ojos y notó que ella lo miraba con tanto cariño, ella rápidamente se sonrojó y detuvo sus caricias, a lo que las orejas del gatito se pusieron bajas.

«¿Por qué te detuviste, mi Lady?» Él dió su mejor expresión de gato herido. Y para su sorpresa pareció dar frutos, porque ella hizo de lado sus nervios, para seguir acariciándolo.

Ella sólo murmuró: «Gato tonto. » cuando lo escuchó ronronear.

Él se dió cuenta que su Lady era una chica tímida bajo la máscara. Pero eso sólo lo hacía amarla más. Le encantaba verla sonrojada, avergonzada por cosas tan simples.

Sabía que a ella le molesta mucho su "sonrisa de caza" que era un tipo de sonrisa de alguien que consiguió todo lo que quería y se sentía triunfante.

Cada día se hacía más obvio, toques, miradas. Adrien no quería ser presumido, pero se notaba demasiado que tenía comiendo de su mano a la mujer de sus sueños.
Sólo faltaba dar el paso más importante. Y él no tenía miedo de hacerlo.

Entonces una noche, simplemente la besó. Fué una experiencia maravillosa. Al principio ella quedó rígida, Chat Noir iba a apartarse, ya que sintió una inseguridad de que ella no correspondiera. Pero cuando se estaba alejando, ella lo siguió inconscientemente en busca de más.

Chat Noir tenía una sonrisa triunfal cuando Ladybug abrió los ojos.

«¿Querías besarme mi Lady? ¿Te gustó sentir mis labios sobre los tuyos?» él bromeó, aunque en el fondo se sentía vulnerable.

Eso sólo enfureció a Ladybug.

«Cállate, gato estúpido» ella, que al principio estaba roja por el momento íntimo que compartió con él, ahora estaba roja de la ira. Y haciendo justamente aquél puchero que Chat tanto ama.

No pudo evitar mirarla con ternura, a lo que Ladybug lo golpeó con su yo-yo.

«Me voy. » dijo tajante, muy enojada.

Chat Noir dejó de bromear, no quería hacer sentir incómoda a su Lady, esa nunca fué su intención.

«Por favor no te vayas, lo siento mucho. Está claro que tú no querías ese beso, malinterpreté las cosas. No debí imponerme...» ella se giró a mirarlo, e interrumpió su perorata.

«Sólo bésame y no digas nada más. » Murmuró ella, avergonzada, tomando la mano enguantada del gatito, guíandolo al lugar más oculto y oscuro de la terraza del edificio donde se encontraban.

Horas después, nadie pudo ver la insólita escena de Ladybug y Chat Noir saliendo sospechosamente de un lugar, ambos con los labios hinchados y el cabello ligeramente despeinado.

Sería lindo que alguien hubiera visto la expresión de inmensa satisfacción que mostraban los dos.