ocho

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•Lisa.•

íbamos en el auto.

Matías dándole bola al camino mientras cantaba 'Wannabe' de las Spice Girls, sí, así bien afeminado.

Estefanía susurrando "Nunca fué un globo, nunca fué un globo." mientras se abrazaba las piernas a la vez que se mecía hacia adelante y atrás.

Y yo, comiendo un chicle vencido que tenía Matías en el auto.


-¿Cómo sé que ésto es comestible? -Dije lentamente mientras estiraba el chicle de mi boca con mis dedos. Él casi nunca usaba el auto, y era raro que me dijera "Tomá, comete esto" después de haber buscado rápidamente en su auto.

-¿Quién dijo que eso se comía? -Dijo tranquilamente. Esucpí tan fuerte que le calló en el pelo, quedándose pegado. For the win, alábenme giles.

-Se me quedó en el pelo, ¿No?-Dijo mirando el espejo retrovisor, con una cara de orrrto más fea que tu vieja.

-Nop.

-Elizabeth.

-Matías.

-No era un globo. -Susurró Tefi uniéndose a nuestra rara conversación.

-Elizabeth. -Dijo Matías con voz de padre que te caga a pedo.


-Matías -.Añadí seriamente, por más que por dentro me cague de risa.

-¡BURRO!

-Callate. -Respondió Matías antes de haberse quedado quieto, y parado el auto en seco, por más que estábamos yendo despacio

-No fuí yo. -Oí que Tefi dijo. Y ahí es cuando todo se ponía raro... Me di media vuelta para ver a Tefi y estaba quieta, así que ella no fue.

-Eso vino de afuera o...- Dijo la traumatizada de mi lado, que al parecer se le fue el efecto del trauma, mientras miraba por la ventanilla del auto.

-La verdad, ni idea. -Dijo Matías mientras apagaba las luces del auto y miraba a todos lados.



Por lo visto, estábamos en un barrio muy oscuro. Tipo una villa sin villeros, bueno, así.

Me di cuenta por que faltaban las rochas con los pantalones clavados en la concha, el rodete alto y el maquillaje de payaso. Las mamás gritándole a sus hijos por que no les quería comprar su remera de los wachiturros. Y los pibes que ponen 'Mueve el toto.' a todo volumen desde su auto robado. Sin olvidar la gente que cuelga su ropa en la calle por que no tiene patio, entonces pone su ropa en la vereda.

Para los que no saben que es una villa de turros, es así. Re fraca, pero bueno, es lo que hay, chicos.


Volviendo al tema, cuestión;

Estábamos hablando de lo más bien y alguien habló. Así que no sabemos quién, por que no era nadie de nosotros.


-Boluda, tengo miedo. -Por un momento pensé que era Tefi, pero como estaba callada al igual que siempre, capté que fue Matías.

-Eres un maricón de mierda. -Dijo la peli-azul de lo más tranquila, mientras abría la puerta del auto y bajaba silenciosa pero rápidamente.

-¿A dónde poronga te pensás que vas, Estefanía Walker? - Dijo, ya con la ventana baja, Mati mientras sacaba la cabeza del auto para verla bien.

«True Love.» |Editando.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora