° Capítulo 31 °

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Casas simples pero rústicas con calles de piedras, gente saltando y bailando, niños jugando con trompos, hombres bromeándose entre ellos, mujeres alegres y personas de mayor edad disfrutando de las hamacas junto a la suave brisa; en eso técnicamente consistía la Aldea del Ámbar.
Los tres invitados miraban sorprendidos el lugar, pues no parecían como si fueran personas que buscaran problemas o tuvieran intenciones de asesinar a todo el mundo como todos pintaban al lugar.
Todos al verlos pasar, los saludaban alegres y hasta algunos le daban algún que otras flores amarillas, claro que el rubio cenizo los negaba pero cuando una niña le puso una corona de ellas, solo se resignó y siguió a los demás con una expresión de pocos amigos, pero por lo visto, según escuchaba de los habitantes, eso les parecía lindo y hasta tierno.

Bakugou: tierno mi retaguardia, cállense de una vez...-refuña-
Aizawa: controla tu lenguaje y mal temperamento...
Mujer: -mira al menor- ¡pero que lindo!
Bakugou: es imposible si ellos no cooperan...
Aizawa: -lo mira serio- se más agradecido, al menos aquí te alaban y  dicen eso sin tener miedo de que les explotes la cara a alguien...
Bakugou: -sonrie ladino- no es mala idea...
Aizawa: Bakugou...
Bakugou: -mira otro lado- bien...

Cuando llegaron frente a unas enormes puertas, estas se abrieron para dejarse un palacio cubierto de más flores amarillas por todo el lugar, desde el jardín hasta el techo, que tenían plantas trepadoras, dando de vista como si el edificio era de oro puro.
Al entrar, fueron hasta un salón simple con alfombras y sillones con cojines y bordados de color cobre y crema, una mesa de roble con un plato blanco con muchos bocadillos y tazas de té.
Los dos hombres al ver el lugar, les asombró, pues en el de la Aldea del Zafiro era más tradicional, mientras que el del Ámbar era simple pero elegante a la vez.
Aunque algo les decía que el té era lo favorito de las aldeas, pues por lo que les había dicho el pelirrojo, en las demás siempre se les ofrecía con te verde o algo por el estilo con algunos aperitivos.

Yua: siéntense y sírvanse, de seguro fue algo cansador venir hasta aquí,  hasta yo suelo cansarme con solo hacer ese tipo de caminatas -sonrie-
Nyoko: muchas gracias, Yua-sama -se inclina-
Yua: -nerviosa, mueve sus manos- por favor, ya te he mencionado que no me tratarás así, me pone muy nerviosa y tímida...
Bakugou: entonces, ¿Alfa?
Nyoko: -lo mira mal- Bakugou...
Yua: tranquila Nyoko-chan...-lo mira- así es, es más soy la princesa pero...-se acerca y susurra- no me gusta tanto serlo, me gustaría solo ser alguien normal pero bueno.. no es como si lo pudiera cambiar de un día para otro...
Aizawa: -levanta la ceja- ¿Y porque no? Eres la princesa.
Yua: -lo ve- si pero tengo que cumplir mi papel aquí, no puedo dejarlos a su suerte...
Bakugou: ¿y por qué no simplemente todos van a la ciudad y ya esta?

Las dos mujeres se miraron entre ellas ante aquella pregunta que para sus iguales sería algo no muy bien recibido, por lo que la rubia suspiró para luego contestarle.

Nyoko: a todos los habitantes de las cinco aldeas, prefieren seguir viviendo como estan, no quieren por miedo al cambio repentino de ambiente...
Yua: -toma su té- por siglos hemos vivido de esta forma y que de golpe cambiemos eso, solo nos agobiariamos, eso no significa que vivamos en el antigüedad o algo por el estilo.
Nyoko: todos las personas están consientes de lo que pasa en el exterior, hasta en el extranjero, no somos ignorantes pero prefieren estar en un lugar donde no habrá este tipo  de problemas como inseguridad o algo por el estilo.
Bakugou: sin embargo, atacaron tu Aldea a pesar de ser un lugar que era seguro...-serio-

La chica calló ante tal verdad pero al rato le respondió con algo que calló a los dos hombres.

Nyoko: en realidad, siempre nos poníamos en frente a los problemas como escudos para proteger a todas las demás aldeas.
Yua: esa noche, algo no salió bien, todas las aldeas perdieron contacto con la Aldea del Jade, lo cual preocupó a todos...pero no fue hasta después de tres días en que se dio a conocer aquella desgracia que pudimos haber evitado, pero como el último mensaje que dieron fue <No vengan> -baja la cabeza- solo esperamos ansiosos y agobiados a otro mensaje que nunca llegó...

La de orbes verdes solo miraba profundamente su taza, esos recuerdos la agobiaban, todo lo que había hecho y visto la habían herido, y hasta enloquecido.

Yua: todos pensamos que toda la Aldea fueron masacrados, por lo que en memoria de ellos -mostro las flores- todos plantamos flores y plantas silvestres que eran del color de nuestras piedras, pues como ellos son la naturaleza, cada ves que la viéramos estaríamos con ellos, al principio fue doloroso pero con el tiempo nos acostumbramos.
Bakugou: por eso todos miraban llorosos a Nyoko...
Yua: exactamente, pues los únicos que no nos tachaba de culpables de la organización Shiro, fue la Aldea del Jade, quienes nos protegieron hasta lo último.
Aizawa: -serio- ¿por qué serian los culpables de eso?
Yua: porque cuando ese hombre descarado se puso en contra de la reina Asuka y traicionándola, lo desertaron junto a sus cómplices, con el castigo de no ser recibidos por nadie.
Bakugou: ¿tu madre?
Nyoko: no, habla de la primera Alfa de la Aldea.
Bakugou: -masajea su cien- ¿cuántos Alfas son?
Nyoko: en cada Aldea es diferente, aunque casi todos fueron hasta unos 9 o 10.
Aizawa: esto es demasiado para mí pobre cerebro.
Yua: no quiero ser descortés y me alegra verte de nuevo Nyoko-chan pero por preguntar, ¿por qué vinieron hasta aquí?¿sucede algo?

Los tres invitados se miraron para luego el rubio cenizo le respondiera.

Bakugou: esa organización de pacotilla se están aliando con los de la liga de villanos, con el objetivo de acabar con todos sus iguales como a todos nosotros.

Animal Girl - Boku No Hero AcadémicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora