Capítulo 6 - Mantener la boca cerrada.

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Narra Jason. 

A la mañana siguiente no podía levantarme de la cama y tenía una gran resaca. Tampoco recordaba nada de la noche anterior, solo que fuí a la fiesta y me pase un poco de alcohol. Oh no, espero no haber hecho algo estúpido. 

Quería seguir durmiendo pero el dolor de cabeza era un impedimento, no tuve de otra que levantarme, camine torpemente hacia las escaleras y tuve que hacer un gran esfuerzo por no caerme. 

- Creí que no te levantarías nunca - escuche a mi madre hablar detrás de mí y me voltee - ¿cómo te sientes? - puso una mano sobre mi frente. 

- No muy bien - admití con la voz quebrada. 

- Eso no lo dudo. Tienes suerte de que Ashton estuviera contigo y te haya traído a casa - la mire confundido. 

- ¿Ashton me trajo? - mi madre asintió, me dijo que él y su madre me había traído después de la fiesta y que era obvio que no lo recordaría por todo el alcohol que había tomado. 

- Se que tienes 17 y ya casi eres mayor de edad, pero debes medir más cuanto tomas - yo asentí y mi madre se fue a la cocina diciendo que el desayuno ya estaba listo. 

- Buenos días hijo - mi padre leía el diario y apenas alzó la vista para verme. 

- Buenos días - tome asiento e ingerí el desayuno, por la resaca no sentía mucha hambre pero necesitaba comer algo y no tenía otra opción.

Narra Ashton. 

Aquella mañana estaba sobre mi cama, con lo ojos bien abiertos repasando lo sucedido la noche anterior. Jason me había besado estando borracho, no lo reprocharía por eso ya que no estaba consciente de lo que hacía pero no podía borrar la imagen de mi cabeza.

- ¿¡Ashton estas despierto!? - Jessica gritó desde abajo -¡El desayuno está listo! - 

- ¡Bajo en un momento! - respondí también a gritos.

- ¿¡Que!? - preguntó mi hermana. 

- No grites, es de mañana - se escucho a mi madre regañarla. 

Tarde unos 10 minutos en cambiarse, ir al baño y bajar, y en cuanto pise la cocina mi hermana dijo con la boca llena. 

- Se enfría tu café - 

- No hables con la boca llena, es un asco - hice una mueca de disgusto sentandome junto a mi mamá quien miraba su celular y no se percató de mi - ¿Con quien hablas tanto mamá? - la moleste asomando mi cabeza sobre la pantalla. Ella la alejo. 

- Es trabajo - 

- ¿Un sábado? - seguí levantando ambas cejas.

- Los doctores siempre estamos trabajando - yo aleje mi cuerpo y asentí dándole un final al tema. Bebí mi café y como Jessica había dicho, si se estaba enfriando, pero no me queje. 

- Me voy a la biblioteca. Vere si ya abrieron -me puse de pie pero mi madre interrumpió. 

- Aún no la abren querido. Sigue en mantenimiento - 

- ¿Quien te lo dijo? - 

- Conozco a la dueña - bufé indignado. 

Rápidamente pensé en otra opción, lo único que tenía era el bosque. 

- Me ire al bosque - tome mis cosas y desaparecí. 

- ¿Puedo ir contigo? - quiso saber Jessica. 

- No - ella se decepciono pero yo no cambiaría de opinión. Mi hermana debía entender que algunos adolescentes necesitamos estar solos, aunque esto dure toda la adolescencia, o toda la vida. 

...

No sabía si la vida quería que enfrentará mis problemas o arruinarme el día, pero en cuanto entre al bosque me encontré con la última persona que quería ver, si exacto, Jason Min. Este me saludo con alegría, aparentemente no recordaba lo de la noche anterior, y eso era un alivio. 

- Hola - me sentia incomodo junto a él pero no debía darse cuenta o empezaría a preguntar y sospechar. Debía mantener la boca cerrada sobre ese tema. 

- Mi madre dijo que ayer fuiste a la fiesta - se sentó con la espalda apoyada contra un árbol, y yo hice lo mismo.

 - Si, así fue - por suerte era bueno fingiendo y logre ocultar mi vergüenza. 

- ¿Qué pasó para que yo terminara mal y tu tengas que llevarme a mi casa? - interpelo Jason rompiendo una hoja. 

- Cuando llegue ya estabas borracho, yo solo me encargue de que no hicieras algo estúpido - "pero lo hiciste" pensé, claro no se lo iba a decir.

- Pues gracias - 

Un silencio incómodo inundó el espacio, era claro que ninguno sabía qué más decir, esta vez no huiría como las demás veces, tenía que afrontarlo y pasar el rato con Jason. 

- ¿Quieres un café? - propuse mirándolo esperando un "sí"; afortunadamente lo obtuve y ambos caminamos a paso relajado hacia la cafetería, aún estábamos en silencio y por primera vez la tranquilidad del momento me incomodó bastante. 

- Hola otra vez - Ruby me saludó y miró a Jason - trajiste un amigo - hizo una pausa - ¿que van a pedir? - 

- Yo quiero un café - replique con los dedos entrelazados - negro - agregue para que quedara claro - mire a Jason. 

- Yo quiero... un té - señaló el cartel detrás de Ruby donde decía: Té................ $20. 

- ¿Quieren algo de comer? - consultar la chica antes de cerrar el pedido. Yo negué diciendo que no, pero Jason en cambio pidió una rebanada de pastel de manzana. 

Ruby cerro el pedido y le dijo a una anciana de cabello gris y ondulado que estaba a su lado: "Un café negro, un té y una rebanada de pastel de manzana." La anciana respondió con un "enseguida." "Gracias abuela." respondió Ruby de nuevo. 

- ¿Es tu abuela? - las interrogue a ambas. Ruby asintió y su abuela se me quedo mirando al igual que Jason. 

- Si ¿porque? - replicó la joven poniendo las manos en su cintura.

- No sabia que trabajaban juntas - 

- Hay muchas cosas que no sabes sobre mi querido - buena respuesta. 

... 

- Gracias Ashton - sonrió Jason poniendo una mano sobre mi hombro.

- ¿Porque? - arquee las cejas. 

- Por el segundo desayuno - su sonrisa se alargó formando una línea recta - y por cuidar de mi ayer - dio varios golpes sobre mi hombro y luego se fue caminando alejándose de mí.

- ¡Espera! - decrete haciendo que Jason voltera confundido - ¿Estaría mal pedir tu número? - sonrió. 

- No, claro que no - saco una pluma de su bolsillo mágicamente y empezó a anotar un número en mi brazo. 

- ¿Porque traías una pluma contigo? - bromee sacándole una sonrisa. Pero no me respondió. Dejó de escribir y leí lo escrito. 

- Adiós Ashton - 

Ashton Muller - No soy un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora