Muchas veces miraba los labios de Jason como aquella vez, esa vez en los que los tuve pegados a los suyos.
Ambos nos juntabamos en el bosque, también de vez en cuando venían Jin y Ben. Pero ese día éramos solo nosotros dos, nos habíamos quedado hasta tarde mirando las estrellas acostados en el césped. Quería decirle a Jason lo que había ocurrido hace más de una semana, pero había conseguido una bonita amistad y no quería arruinarlo. Nuestros padres tuvieron que recogernos o nos quedariamos dormidos bajo el frío y la humedad de los árboles.
- Buenas noches Ashton :) - me escribió esa noche después de regresar a nuestras habitaciones.
- Hasta mañana - le respondí sabiendo que nos veríamos al día siguiente.
...
Era miércoles y la luz entró por mi ventana dándome en la cara, force los ojos y me tape con la manta por completo dándole la espalda a la ventana. Repase en mi mente las clases que tendría hoy para ver si valdría la pena ir a la escuela: Deporte y Manualidades. Sin duda no valía la pena.
Un mensaje desde mi celular hizo que me volteara sacándome de mi cómoda posición.
- ¿Donde estas? La clase está por empezar - era Jason, adjunto una foto de la clase de educación física. ¿Que diablos? ¿Que hora es? ¿¡8:15!? ¿Porque nadie me despertó? Debí haberme quedado dormido.
Me vesti rapidamente y en lugar de desayunar y lavarme los dientes opte por un chicle de menta: 2x1. Mi familia no estaba y nadie me había levantado. Entendía que mi madre trabajaba temprano pero un grito habría sido suficiente.
Corrí lo más rápido que mis cortas piernas me permitían, afortunadamente me dejaron pasar con una advertencia que ignore plenamente. Atravesé la escuela hacia la cancha de futbol encontrándome con mis compañeros jugando al fútbol como si su vida dependiera de ello.
- ¡Ya llegue! - anuncie agitado corriendo junto a Jason que estaba de pie en medio de la cancha sin hacer nada.
- ¿Te quedaste dormido? - la pelota pasaba junto a él y ni se movía.
- ¿Estás jugando o solo sirves de poste? - ignoré su pregunta con una retórica. Jason rio.
- Soy el árbitro - en eso toco el silbato que no había notado - ¡fuera! - alzó su mano y los jugadores lanzaron de nuevo la pelota - no hago mucho. Por eso me gusta - aclaro con orgullo.
- Jason 1, fútbol 0 - argumente haciendo que mi amigo volviera a reír.
- Yo tampoco quiero hacer nada. Seré el árbitro contigo - me auto invité dejando mi mochila a un lado.
- ¿Sabes cómo hacerlo? -
- No, solo me quedare aqui. Sere como tu ayudante -
- ¡Ashton! - ambos alzamos la vista al profesor que estaba del otro lado - ¡a correr! - señaló la cancha y yo me queje.
- ¿No puedo quedarme aquí? - rogue. Claramente no funcionó, y me vi obligado a jugar futbol. Mis capacidades y habilidades en el deporte eran 0, hasta un bebé jugaba mejor que yo. Cada vez que veía la pelota acercándose a mi cara cerraba los ojos y ponía los brazos como escudo. Todos se reian de mi, hasta Jason largaba una risa.
Al final me rendí y me acosté en el suelo. El profesor me hacía regresar al partido pero yo no me movía, al final me sacó por puro capricho mio. Volví junto a Jason quien no paraba de reír por el drama que acababa de hacer.
- Recuerdame jamás hacerte jugar ningún deporte - comentó dándome palmadas en la espalda
- ¡Terminamos! - el profesor sonó su silbato y los jugadores dejaron de correr, todos estaban transpirados y cansados y olian feo. Uno pasó junto a mi y arrugue la nariz, olía a sudor y humedad.
La segunda hora las chicas jugaron hockey y los chicos otra vez fútbol. Esta vez yo me quede como árbitro aunque no sabía qué hacer. Jason en cambio jugaba increible, habia dudado de él pero de verdad era bueno, se movía ágilmente entre sus contrincantes y habían logrado tres goles gracias a él. Me quede embobado viéndolo y era el único que se veía y olía bien cuando transpiraba. Les dieron un recreo de 10 minutos para tomar agua y Jason tomó la botella de su mochila.
- Estoy exhausto - yo no decía nada y él notó mi nerviosismo y me guiño el ojo.
- No me mires así - reaccione y lo golpee en el hombro.
- Tu me miraste raro primero - se defendió entre risas - ¿qué tal tu puesto de árbitro? -
- No entiendo lo que debo hacer. De verdad no entiendo nada -
- Debes entender la reglas del juego - yo me encogí de hombros. La única regla que sabía era que si la pelota entraba en el arco era gol, y que si la pelota salía de la cancha era fuera. Al ver mi expresión de inútil que tenía negó con la cabeza otra vez riendo - tu solo no hagas nada -
- Soy experto en eso - el recreo terminó y Jason tuvo que volver al juego. Esta vez yo estaba más concentrado por donde iba la pelota por si debía gritar algo.
Luego de esas dos horas la clase de deportes finalizó y sonó el timbre de recreo. Toda secundaria salió corriendo de sus salones y algunos chicos de otros cursos se metieron a jugar fútbol con los demás. Jason estaba cansado y lo acompañe al baño para lavarse la cara. Mi amigo me miró a los ojos desde el espejo mientras se mojaba el cabello.
- ¿Sabes qué materia tenemos mañana? - yo me sonroje al tener sus ojos posados en mi.
- Química -
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Ashton Muller - No soy un príncipe.
NonfiksiSi alguien busca un príncipe, aquí no es. Si buscas un cuento de hadas, no es el lugar. Bienvenido a la historia de Ashton Muller.