Capítulo 5 - Esta fiesta apesta.

5 1 0
                                    

En la noche no tuve otra que asistir a la fiesta, si quería disculparme con Jason debía hacerlo. Le dije a mi madre que iría al bosque por un tiempo y volvería antes de las 12:00. AL parecer me creyó. 

La casa de Amanda podía verse a kilómetros, estaba iluminada tanto adentro como afuera, la música se escuchaba desde lejos y a medida que me acercaba era más y más fuerte. Y lo detestaba. 

- Solo ve por Jason, pidele disculpas y lárgate de ahí - me dije intentando no perder la calma. 

Una chica me dejó pasar en cuanto toque la puerta, sabía que no era Amanda pues no la había visto antes, esta parecía estar borracha ya que se tambaleaba agarrándose de todo para no caer al suelo, en cuanto me vio entrecerró los ojos y supe que el alcohol le había nublado la vista. Me dejó pasar sin cuestionar. Empeze a buscar a Jason sin moverme de mi lugar, pero no lo encontré así que no tuve otra opción mas que moverme de entre los presentes buscando al único chico asiático que conocía, aparte de Ben y Jin claro. 

Salí al patio exterior y todos estaban bailando, otros jugando juegos absurdos y algunos se coqueteaban entre ellos. 

- Esta fiesta apesta - arrugue la nariz, si apestaba, a alcohol y droga - ¿Donde estas Jason? Carajo - recorrí cada rincón del patio pero Jason no aparecía. Empecé a pensar que no había venido a la fiesta y todo esto era en vano. Pero luego me di cuenta de que la casa tenía dos pisos así que volví a entrar y subí las escaleras. Aquí había más personas y recorrí los pasillos. 

- ¡Ashton! - me di la vuelta y lo vi. Era Jason, pero parecía borracho y fuera de órbita - ¿Que haces aquí hermano? - no podía hablarle con él en ese estado. Así que invente algo. 

- Yo solo venia a ver cómo estaba la fiesta - Jason posó una mano sobre mi hombro. 

- Me alegra que estés aquí - en ese momento tropezó con su propio pie y cayó en mis brazos. No parecía estar consciente de nada y decidí llevarlo a una habitación, por suerte estaba vacía.  Cerré la puerta con llave y acosté a Jason en la cama. Me lo llevaría a su casa pero no sabia donde esta quedaba. 

- Jason - susurre tocándole el hombro - Jason - pero parecía estar dormido. Me senté en el suelo y suspire. ¿Que haria yo con él? Mire mi reloj, 11:00 pm, aún tenía una hora, pero era probable que Jason no despertase y mañana estaría en muy mala condición para hablarle. 

- Ashton - mi nombre salió de su boca aunque este no abrió los ojos ni se movió. 

- ¿Si? - 

- Asht... - dejo de hablar. Tal vez estaba soñando. 

Mire la habitacion y parecía ser de un chico. Había posters deportivos por todos lados, un balón de fútbol americano y una camiseta deportiva sobre la silla. Tal vez era del hermano de Amanda.

Después de 10 minutos Jason empezó a moverse y se puso de pie, al igual que yo. Lo ayude a mantenerse sobre su eje y no caer al suelo.

- Ashton - abrió lo ojos con pesadez pero estos volvieron a cerrarse. Era como si su cuerpo estuviera despierto pero su mente no. 

Me tomó de los hombros y apoyó su cabeza en mi pecho. Lo raro es que no olía a alcohol, tenía un aroma agradable comparado con los demás presentes. 

- Jason debemos irnos. Tengo que llevarte a tu casa - me miró a los ojos como si los examinara. Lo sentía tan cerca. 

En ese instante mi corazón se detuvo y me quede mutilado como una roca. Los labios de Jason estaban sobre los míos, borracho como estaba me había besado. Lo aleje en cuanto recupere la razón. Jason volvió a caer sobre la cama. 

Me fuí corriendo de ahí , corrí por las calles y tuve que frenar por la falta de aire. Me quede pensando en lo que había pasado, de seguro Jason no recordaria nada mañana. Pero yo sí, y esa era la peor parte. Mire mi reloj 11:40; aún era temprano y pensaba dar una vuelta antes de volver a mi casa. 

- ¿Ashton? - una voz familiar resonó en mis oídos. Cuando voltee vi a Jason parado frente a mí sosteniendo su frente que de seguro dolía. Me quede confundido ¿me había seguido hasta aquí? ¿cómo habría podido llegar tan rápido con lo borracho que estaba? 

- ¿Jason como...? - empecé a preguntar, pero me detuve. Me acerque a él pero no sabía qué hacer, era probable que, en las condiciones en las que se encontraba, no me dijera donde estaba su casa y no podría ayudarlo. Pero se me ocurrió llevarlo a la mía, podría dormir ahí hasta mañana que se recupere.

- ¿Mama? - llame a mi madre y esta salió de la cocina. En cuanto vio a Jason lo llevo al sofá y lo recostó sobre este. 

- ¿Que la pasó Ashton? - 

- Yo... - debía decirle la verdad - no fuí al bosque, fui a la fiesta de Amanda para disculparme con él por lo del otro día y lo encontré en ese estado, no se donde vive así que decidí traerlo aquí - bueno no todo. Mire el reloj en la cocina: 12:10. 

- Llamare a sus padres - mi madre tomo su celular y yo me quedé junto a Jason que se había quedado dormido - si... - escuche a mi madre hablar - mi hijo lo acaba de traer.... está dormido pero creo que esta bien. Deme la direccion y lo llevaré a su casa... muy bien, buenas noches - 

Mi madre cortó y se acercó a mi. 

- Lo llevaré a su casa. Su madre me pasó su dirección - yo asentí - qué bueno que estabas ahí. O habría acabado peor - asentí de nuevo y mire a mi amigo - ven. Ayúdame a llevarlo al auto - cargue a Jason y este empezó a despertar y hacer sonidos. 

Ya en el auto me senté junto a Jason que descansaba sobre mi hombro, recordaba el beso mientras lo miraba, por raro que parezca había sido un beso agradable, y no me sentía disgustado, solo extraño. 

Llegamos a la residencia y mi madre se encargaba de hablar con la madre de Jason mientras que yo junto a su padre lo llevábamos a su habitacion. 

- Gracias Ashton - 

- ¿Cómo sabe mi nombre? - ambos salimos de la habitacion. 

- Jason me lo dijo - yo asenti con obviedad. 

- Por supuesto - 

Después de agradecernos a ambos por traer a su hijo nos despedimos con cortesía y volvimos a casa, estaba tan exhausto que no quería comer. 

- Buenas noches Jason - dije en voz alta acostado sobre mi cama, como si él estuviera aquí.

Ashton Muller - No soy un príncipe.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora