....................Fue un honor

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Habían completado sus rondas. Antoinette descansaba en el refugio con Lisa. Ellos hacían guardia afuera, calentándose las manos en una fogata, no perdían de vista el entorno.

—Acabo de tener otra idea maravillosa.

Roldan sonrió.

—¿Y esta vez de que se trata, Grima? —le siguió la conversación Tybur.

—¿Por qué no hacemos un círculo de fuego con antorchas alrededor del campamento?

—De hecho, lo he pensado —admitió Tybur frotándose la barbilla—, pero estamos en un área muy expuesta, podrían ver la luz desde muchas partes, y no sé qué tan inteligentes sean estos lagartos. Tampoco sé que más hay en este pantano. No olvidemos, que incluso había un mago del abismo, podría haber otro.

—Sería terrible —habló grave Roldan—. Más aún si viene en busca de su compañero, estamos justo donde le matamos.

—Me pregunto si tendrán noción de compañerismo esos seres —dijo pensativo Tybur.

—¿Qué tal... si fabricamos lanzas y las disponemos alrededor del refugio? Creo que sería útil en contra de los más grandes lagartos.

—Tentador. Tienes muy buenas ideas Grima —le reconoció con una orgullosa sonrisa su capitán—. Pero necesitaríamos fabricar hachas para eso, y tendríamos que hacer mucho ruido.

Grima bajó la cabeza.

Tybur continuó.

—Lo haría si pensara quedarme mucho más en este lugar —levantó la vista al cielo—, pero falta poco para que amanezca, y tenemos la ventaja del señalizador de lady Lisa —volvió a mirar a sus camaradas—. En cuanto se haga de día, esperaremos un poco más a que lady Lisa despierte, si continúa así, no tendremos más opción que considerar que le ocurre algo más grave y que necesita ir con un sanador, en cuyo caso tendremos que llevarla durmiendo a través del pantano. En ese caso el tiempo será primordial.

Los dos soldados tragaron saliva, pensando qué terribles serían aquellas circunstancias que no habían alcanzado a considerar.

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El tiempo pasaba y la noche se volvía prometedora. Pronto llegaría el día y habría pasado lo peor, o eso es lo que ellos pensaban... La buena fortuna que habían tenido hasta ahora ameritó otra reunión de descanso en la que aprovecharon para saciar un poco su hambre.

Tybur devoraba una pera, Roldan una manzana, y Grima una zanahoria, Roldan se le quedó viendo y entonces el capitán también.

—¿Qué? —preguntó Grima masticando.

—¿Cómo?... ¿Eres un maldito conejo? —dijo Roldan algo estupefacto.

—Eso explicaría que tenga tres hijos ¿no? —respondió Grima y soltó una risita—. ¿Nunca comiste la zanahoria cruda? Es muy buena.

—No tengo la costumbre... —confesó Roldan.

—Bueno, dadas las circunstancias... —añadió Tybur y le dio otro mordisco a la pera.

—Es cierto —asintió Roldan y sonrió de manera lúgubre. Levantó la vista hacia sus compañeros—. Hablando de las circunstancias, hay cosas que a veces me nace preguntar, pero no lo hago por ser fúnebres, pero, dadas las circunstancias... —acentuó—, será mejor que me saque la curiosidad ahora, no están obligados a responder.

—¿De qué se trata? —preguntó tranquilo el capitán.

—Ya, suéltalo —dijo ansioso Grima.

Promesas: Lágrimas (Genshin Impact [1])Donde viven las historias. Descúbrelo ahora