Olivia:
"Dupont Corporations"
Recorro con la vista las enormes letras color platino brillante que adornan la parte más alta del edificio que se alza implacable ante mis ojos. El nombre hace eco en mi mente, sé que lo he oído en alguna parte, pero al ser un apellido tan común en esta zona no puedo recordar exactamente de dónde lo conozco.
Acomodo la bufanda que decora mi cuello. Los zapatos de tacón lastiman mis pies como si intentaran recordarme que tengo que aguantar esta tortura durante el resto del día. La falda que traigo puesta me impide caminar con rapidez. Me estreso. Sin embargo sonrío, yo nunca me dejo vencer ante la adversidad, todo lo contrario, me hago amiga de ella y la derroto en su propio juego, sobretodo cuando se trata de modo.
— Disculpe, señorita, ¿hacía dónde se dirige? — una voz aterciopelada me detiene en mi camino hacia el ascensor — No puede entrar si no tiene un pase aprobado por la gerencia.
— Qué tonta — me río de mi misma mientras camino hacia ella — .Estoy buscando a Sébastien Dupont.
— ¿Tiene cita? — pregunta a la vez que revisa algo en el ordenador que se ubica frente a ella.
— Sí, eso creo.
— ¿Cree o está segura? — levanta la vista mirándome por encima de sus gafas de pasta. Las arrugas que se marcan en su rostro revelan los golpes que la vida le ha dado, donde antes había un pelo castaño ahora se vislumbran algunos mechones blancos, no obstante aquí está, reparándome con evidente altivez.
— Estoy segura.
Juego con la punta de unas revistas de marketing digital que se encuentran colocadas de forma apilada sobre el escritorio, mientras que la secretaria general, como dice el papel que cuelga de su camisa, habla a través del teléfono que se encuentra a su lado.
— Puede pasar, último piso a mano derecha — indica, entregándome un pase de visitante que coloco sobre mi blusa de encaje blanco.
— Mercy — musito sonriente.
— Es una empresa reconocida internacionalmente, aquí todos hablan inglés que es el idioma universal.
No sé nada de negocios así que en lugar de responder me doy la vuelta y busco el ascensor. Las puertas se abren en cuanto me coloco frente a ellas. Al momento en que pongo un pie en el interior un delicioso aroma a cítricos inunda mis fosas nasales.
— Joder, podría tener un orgasmo aquí dentro.
Aprieto el último botón y espero pacientemente hasta que las puertas se abren frente a un elegante despacho que parece sacado de alguna película americana de alta calidad. Los muebles de piel que se extienden por el pasillo le brindan un aspecto pretencioso al lugar. Hay una mesa de cristal con las mismas revisas de marketing que habían en la primera planta. Frente a mí puedo presenciar lo que parece ser una sala de reuniones. Sólo hay dos oficinas, una a mi izquierda y otra a mi derecha, así que sigo las instrucciones que me dieron en la entrada y doblo a la derecha en busca de mi nuevo jefe.
Como un perfecto cliché vislumbro a una rubia sentada sobre la mesa respondiendo llamadas. Su ropa se ve cara y su rostro parece sacado de una revista de Vogue. Me nota, pero prefiere ignorarme para seguir en lo suyo. Me acerco con cautela, temiendo romper cualquiera de los adornos que decoran la estancia con elegancia.
— ¿Tú eres Olivia? — indaga la rubia después de colgar el teléfono.
— Si, soy yo.
— El señor te está esperando.
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Efímero [Re-edición]
RomanceLibro I de la saga "Amores Altamente Peligrosos" ***** Para Olivia Campbell, su llegada a Francia es la solución de todos sus problemas. Finalmente podrá conseguir el trabajo que tanto anhela, y alejarse...