Capitulo 2

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Ya habían pasado unos par de días desde que rompieron mis tobillos, Hanma solo aparecía para traer comida y dulces chocolates, a este paso tendría diabetes

—liciada traje comida, siéntate –dijo Hanma abriendo la puerta y entrando con una bandeja con sushi–

— Hanma...¿donde estoy exactamente? –le pregunte sentandome–

— Estas en mi sótano – respondió con  la mayor tranquilidad del mundo dejándo la bandeja a un costado– es divertido tenerte en mi sótano, Kisaki piensa que estas secuestrada –este chico se rió un poco bajando hasta sus tobillos para cambiar las vendas–

— ¿Quien es Kisaki? –Pregunte algo curiosa llevando uno de aquellas bolitas de sushi a mi boca –

— No te importa lisiada –le dijo este dándole un pequeño golpe en su tobillo–

— Hanma!! Aun duele! Bastardo!!– me quejé a causa del dolor que este me había provocado–

— Entonces si no quieres que te duela no preguntes más cosas –le respondió este riéndose a carcajadas por como Petya le respondió –

Estaba algo enojada pero continúe comiendo lo que el trajo, Hanma por otro lado había terminado de vendar sus pies otra vez y la miraba sonriendo

— Petya, ¿que edad tienes? –le pregunto Hanma el cual estaba parado al lado del colchón con sus manos en los bolsillo –

—¿Para que quieres saberlo? –lo miré terminando de comer y dejando la bandeja de lado–

— Es solo simple curiosidad, vamos dime tu edad

— 17 ¿feliz?

— No se por que estaría feliz por que me digas tu edad, pero gracias por quitarme la duda –este tomo la bandeja alejándose de ella caminando– descansa, lisiada

— Y tu edad?

— Solo te dire que soy mayor que tu, ahora descansa

Hanma salió del sótano cerrando su puerta, al llegar arriba dejo la bandeja sobre la mesa y se acomodo en su sofá encendiendo un cigarrillos

— Maldita liciada...–hizo su cabeza hacia atrás llevando el cigarro a su boca y luego soltando el humo de este–

Al dia siguiente me desperté por un fuerte escándalo que venía desde el segundo piso, al parecer era Hanma que estaba peleando con alguien o eso parecía

Se escucharon fuertes estruendos en las paredes y como cosas caían al suelo, la puerta del sótano se abrió y lo más que hice fue dar media vuelta tapandome con las sábanas

— ¿Esta dormida? Liciada! Despierta! –grito Hanma el cual estaba en el marco de la puerta mirando a Petya–

— ¿Que quieres? –le respondí de mala gana dando media vuelta–

Hanma sonriendo se acercó, detrás de Hanma se asomó un chico de estatura baja, piel ligeramente morena y unos lentes algo feos

— ¿Quien es el Hanma? –le pregunté sentándome en el colchón y mirando a este pequeño rubio –

— Es Kisaki, mi jefe –respondió el alto muchacho–

— Ella es horrible –dijo kisaki mirando a la chica con asco–

Cuando menciono eso estaba enojada, que poco tacto tenía al decir eso, aunque tenía razón, no me había bañado en días, tampoco me había peinado, mi ropa estaba sucia y mi cuerpo lleno de golpes

— Yo pensé lo mismo, pero creo que es fea por que esta liciada y des arreglada –menciono Hanma mirando a Petya mientras sonreía– Vamos a bañarte

— No estoy para tus estupideces ahora Hanma, ve a jugar con tu amigo y déjame dormir –le respondí de mala gana y dándole la espalda a ambos–

—¡Petya! Hoy no estoy de humor así que vamos a bañarte –le dijo Hanma algo enojado,  se acercó más a la chica jalando su brazo y cargandola– Que bueno que estes cooperando maldita liciada

— Te odio, quiero irme a casa –le respondí frunciendo el ceño–

Hanma solo se rió de lo que había dicho, aunque a mi no me causaba ni un poco de gracia. Al llegar al baño me ayudaron abriendo la ducha y sentándome en un banquito de plástico

— ¿Quieres que me quede a ayudarte? –Pregunto Hanma sonriendo–

— ¡No! Quiero que salgas del baño y cuando este lista te llamaré

— No estoy interesado en mirar tu obsceno cuerpo liciada, a nadie le gustan las liciadas – decía mientras salia de aquel baño, al final se pudo escuchar una pequeña risita–

Ignore lo que este dijo, solo lo hacia para molestarme y hacerme enojar, en fin, estaba deseando bañarme, odiaba estar sucia y este momento me hacía demasiado feliz, procedí a bañarme y lavar mi cabello, en mi cuerpo aun habíab algunos moretones pero ya no tan visibles. Al terminar tome una camisa de este odioso ser y me la coloqué, era extremadamente grande y larga

— ¡Ya termine!

Dije en un tono alto, la puerta se abrió dejando a Hanma entrar y tomándome en brazos, camino hasta el sofá recostandome en este y elevándo mis pies. Kisaki no dejaba de analizarme, al parecer había algo en mi que no le agradaba pero no sabía que era a la perfección, esa mirada me hacía sentir...Incómoda y algo intimidada

Hanma me alcanzó un cepillo para cabello y comencé a cepillarlo, el odioso, saco un chocolate de su refrigerador y lo dejo sobre mi pierna, luego fue a sentarse en una silla

Nadie dijo nada, solo la enorme tensión que había en el aire por culpa de Kisaki, el chico se levantó y se me acercó quedando frente a frente con el

— No eres tan fea.... –miro a Hanma el cual solo se rió–Hanma no te dire nada, puedes hacer lo que quieras, si quieres matarla hazlo, si quieres quedarte con ella en la casa hazlo y si quieres soltarla esta bien, no veo que sea una amenaza para mis planes. Me largo –salió de la casa cerrando la puerta–

— Felicidades, puedes vivir

— Oh que bien –dije con un claro sarcasmo– ¿por que en la mañana se escuchó un escándalo?

— Ah nada en especial, solo me emborrache y kisaki vino a dejarme. Ahora con lo que dijo Kisaki – se acerco hasta el rostro de Petya sonriendo– que haré contigo?

Cuando dijo eso el silencio invadió la habitación, no creía que el fuera hacerme algo malo, desde que me estaba cuidado siempre fue muy respetuoso conmigo y algo "amable"

— Por ahora nada, solo te dejaré libre pero eso hasta que te mejores liciada

𝑵𝒐 𝒆𝒔 𝒕𝒂𝒏 𝒂𝒎𝒂𝒓𝒈𝒐 (𝑺𝒉𝒖𝒋𝒊 𝑯𝒂𝒏𝒎𝒂 𝒙 𝑶𝒄)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora