Ya había pasado un cierto tiempo desde aquella borrachera, Kisaki siempre que hablaba con Shuji lo hacían en su casa, ya no solía venir a mi casa, Hanma dice que es por vergüenza de que lo tuviera que cuidar ya que el día después los dos estaban bastante jodidos. Hoy era uno de esos días en los cuales ellos estaban en sus reuniones y yo debía de salir para hacer unos mandados y retirar un poco de dinero que mi padre había enviado, deje una nota en la mesa de cocina y salí de mi casa con una mochila café, una sudadera y mi celular
Una vez retire el dinero del cajero recibí una llamada de mi padre a lo cual respondí gustosa ante su llamada
— Hola, ¿Cómo estas? – pregunte mientras avanzaba caminando hasta llegar para llegar mercado–
— Bien... ¿Fuiste a retirar el dinero?
— Acabo de ir ... ¿Por que?
— No es nada princesa, solo preguntaba... Por cierto, me contaron unos pajaritos que tienes un novio Japonés – suspire pesadamente al escucharlo–
— Si papá, tengo novio...¿me estas vigilando?
— Nunca e dejado de hacerlo, debo de cuidar a mi princesita
— ¿Te molesta...?
— En lo absoluto, Hanma Suji, 18 años casi 19 y pandillero... ¿Cuándo viene a Rusia? ¿o voy yo?
— Jajajajajajajaja....Nunca, te quiero Byeee
Cuando estaba colgando lo escuche reclamarme el hecho de que no le presentara a mi actual pareja ya que sentía que era demasiado apresurado hacerlo ahora, de hecho el salir con Hanma ahora era apresurado pero este realmente me atraía y le tome cierto cariño en tan poco tiempo
Una vez llegue al mercado compre algunas verduras, carne, lácteos, entre otras cosas...y unos cuantos gustos para mi y otras cosas incensarías pero que quería, al salir fui a casa para guardar las compras y el resto del dinero que tenia, Hanma aun no había llegado a casa, asumo que llegaría para la noche, cuando estaba por sentarme escuche como tocaron el timbre así que fui a abrir pero para mi sorpresa no era ni Kisaki o Hanma
— ¿Qué diablos haces aquí?
— Oh... bueno ¿no tengo derecho de venir a verte después de tanto tiempo?
Escuchar su voz me fastidiaba, el echo de verle me irritaba ya que por su culpa mi estancia en Japón había sido una mierda, caí en sus mentiras, en sus coqueteos descarados y en esas palabras que fueron dulces en su momento, Masataka Kiyomizu, mejor conocido como la escoria de Kiyomaza. Mi relación con este despreciable ser fue cuando apenas instalándome en este lugar, el fue el primero en recibirme junto con Abril y Linsay , gracias a ellas lo conocí, al principio era alguien agradable, me ayudo con la mudanza de este lugar e incluso me invitaba a comer a lugares para sentirme mas cómoda según él, después de eso tuvimos una relación mas cercana, él venia de vez en cuando a casa y pasábamos el rato mirando la televisión o conversando de su pandilla, hasta que un día me pidió ser su pareja pero por miedo de que esa hermosa amistad se marchitara lo rechace, en ese momento pensé que fue lo mejor pero se molesto mucho diciendo que todos sus esfuerzos se fueron a la mierda y que solo fui una perdida de tiempo
Las semanas pasaban hasta que un día lo vi golpeando a un pobre rubio a las afueras de una institución, el bastardo era un cobarde que solo se aprovechaba de los mas débiles y se satisfacía con ellos de manera violenta y yo no fui la excepción de esos abusos, hasta que conocí a mi adorable Hanma
— No, ahora jodete ¿No te basto con golpearme hasta escuchar mis huesos romperse? –Cuando estaba apunto de cerrar la puerta en su cara su pie lo impidió–
