Después de unos cuantas semanas del incidente en mi casa Hanma casi siempre estaba conmigo, llegaba en las mañanas y se quedaba hasta en la noche e incluso algunas veces se quedaba a dormir. Incluso note que mi habitación ahora tenía su aroma, no era algo que me molestará
Hoy fue uno de esos días que durmió conmigo, me había despertado sobre su pecho, con sus piernas enredadas con las mias y con su mano en mi cintura, me estire un poco para después poner mi vista en su rostro. Hanma era bastante atractivo ahora que lo veo de cerca
Me levante de la cama solo con una polera del odioso y unas bragas por debajo, ya era tan normal que durmiera conmigo que no tenía ningún inconveniente vestir así cerca de el
Hoy no tenía ganas de cocinar así que solo me serví una taza con cereales y leche, me sente en la encimera moviendo mis pies en el aire ya que no llegaba al suelo. Escuché un fuerte gruñido que venía de la habitación, ya se había despertado este ogro
— ¿Dónde estás? –me pregunto con la voz ronca asomándose por el marco de la habitación –
— En la cocina –dije tranquila sin dejar de mover mis pies–
El chico bostezo llevando su mano a su cabeza rascando ligeramente su nuca, recién levantando era adorable, tenía su cabello hacia abajo y como siempre no despertaba por completo
Se acercó hacía mi y rodeó mi cintura con sus brazos mientras ocultaba su rostro en mi cuello
— Buenos días Hanma ¿como dormiste? –acaricie suavemente su cabello desordenado–
— Cállate bruja...
— Eres un idiota, aléjate!
Siempre que venia a demostrarme afecto solo lo hacia para después decir una de sus estupideces, eso enserio me ponía de malas. El bastardo se apegó aun más bajando sus manos por mis muslos, lo cual no me importo ya que no era la primera vez que los acariciaba de esa forma, algunas veces lo hacía inconscientemente
— Tengo que salir...
— Vas a venir otra vez?
— Ah? Supongo que si ¿tienes algún problema con eso? –me miró con una expresión algo seria–
Le sonreí llevando mis manos a sus mejillas acaricandolas suavemente, no se en que estaba pensando, seguro en lo lindo que era a veces cuando estaba conmigo. Me acerque a el hasta el punto de chocar mi frente con la de este, tenía una expresión serena y estaba relajado
— Primero come algo antes de irte si?
— Molestas mucho...
Me soltó y estiró su mano para tomar una tazón pequeño junto con el cereal y servirlo para comerlo
Cuando ambos terminamos me baje de aquella encimera para lavar la taza, Hanma hizo lo mismo acercándose por mis espaldas, dejo la taza en el lavadero y camino hasta el sofá
— Vas a ir con Kisaki? –le pregunté desde la cocima–
—No te importa, probablemente llegue tarde así que dame las llaves
— Están en la taza de madera
Le respondí desde la cocina, el chico solo se acercó a la taza tomándo las llaves y después fue a la habitación buscando otra camisa para colocarsela
— Me voy!
—Ve con cuidado!
El chico solo levantó su mano sacudiendola despidiéndose. Cuando se fue solté un suave suspiro, la casa se sentía bastante sola sin este irritante ser. Ahora que lo pensaba estos acercamientos que teníamos no eran normales para unos simples conocidos, en todo caso ¿que somos?