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A la mañana siguiente al despertar sentí un fuerte dolor de cabeza y algo de frio, no tenía mi camisa y estaba en una superficie suave. Había llegado a casa ¿pero por que tenía frío? Mis piernas estaban calientes, mire hacia abajo confirmando que no tenía camisa y que Petya estaba a mi lado con su cabeza en mi pecho, era algo incomodo, la mire atentamente mirando que solo estaba con el sostén haciendo que abriera mis ojos de par en par
¿Que mierda hice ayer? Levante mi cuerpo poco a poco acomodandola a ella en la cama boca arriba notando los chupetes en su cuello y pecho el cual también tenía mordiscos
Mierda, no recuerdo absolutamente nada, me volví a recostar con ella llevando mi mano a su cabello para acariciarlo suavemente, mi mano bajo por su cintura y al llegar a su cadera pude sentir la tela de su short, baje un poco más y acaricie su muslo con el mismo cuidado, sabía que esto no le molestaba y si era así solo debía decírmelo.
Después de unos minutos vi como ella abría sus ojos poco a poco, verla despertar era realmente lindo, sus ojos azules desorientados y su cabello ligeramente desordenado...¿que demonios estoy pensado ahora? Ella es solo mi conocida, gracias a esos pensamientos estaba un poco molesto
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Lo primero que vi al despertar fue la fija mirada de Hanma en mi rostro lo cual me sorprendió, era la primera vez que despertaba antes que yo. Se veía un poco molesto ya que tenía su ceño un poco fruncido
— Buenos días... –le dije llevando mi dedo índice hacía su ceño–
— Hmh...buenos días... –su voz estaba un poco ronca y dejo de fruncir su ceño–
— ¿Cono dormirse anoche?
Cuando lo pregunte en su rostro se pudo ver una sonrisa algo...picara, no entendía a que se debía, se apegó más a mi cuerpo y bajando más su mano hasta mi trasero y estrujandolo un poco, ¿que le pasa? Estaba más atrevido que los otros días, su tacto me obligó a sonrojarme
— ¿Como estuvo la noche, preciosa?
— ¿A que te refieres Hanma?...
— A lo que hicimos anoche ¿que más?
Oh...con que eso era...mal interpreto todo, escucharlo tan seductor y tan atrevido era algo nuevo y divertido, no aguante más y solté una pequeña risita ocultandome en su pecho
— ¿Que te causa gracia?...
— ¿Que es lo que recuedas exactamente? Intenta de hacer algo de memoria
Hanma se quedo un rato en silencio, su mano volvió a subir pero esta vez a mi espalda, lo mire y vi una sonrisas en su rostro
— Te recuerdo abajo mío y besando tu cuello...–dijo seguro y mirando hacia abajo–
— ¿Solo eso?
— Si...¿acaso paso otra cosa?
Suspire y me senté en la cama, no disimuló en lo absoluto al mirar mis pechos y cuello marcados, se veía orgulloso
— No te hagas ilusiones, cariño, llegaste muy muy borracho y Kisaki vino a dejarte, un compañero vivo a hacer trabajos y lo golpeaste en la cara hasta dejarlo sangrar, Kisaki te golpeo y se fue. Estabas muy enojado conmigo por traer a un hombre a la casa –solte una pequeña risita– Después me llevaste al cuarto para besarme y dejarme marcas en el cuello y después te dormiste