Los labios de la pelinegra devoraron con vigor los del mestizo mientras éste mantenía su posición y seriedad, usó la lengua para secar las gotas de agua que habían caído desde el cabello empapado por el cuello y los hombros del jefe, bajo con entusiasmo el cuerpo a la par que dibujaba un camino con las uñas perfectamente pintadas.
Llegó en una línea de besos hasta el borde mojado del pantalón del mayor, con habilidad se recogió el cabello a la vez que se acomodaba entre sus piernas cuando tocó con las rodillas la alfombra suave que cubría la loza fría del salón. Un escalofrío subió por la espalda del mestizo que termino en su nuca, provocando que ambas orejas se irguieran, las manos frías de la joven sujetaron con una fuerza delicada el miembro palpitante de Sett, tintando la piel tibia de su hombría con el labial carmesí.
- Mak... -Cerró los labios al segundo, sintiéndose idiota y agradeciendo que el nombre de su amante comenzara con las mismas letras. Hizo la cabeza hacía atrás cuando sintió la humedad en la lengua de la mujer, le satisfacía con gusto.
La noxiana aceleró los movimientos de su boca intercalando besos y lamidas, las orejas de Sett bajaron en complicidad, llevó una mano a la nuca de la mujer donde le presionó con cuidado indicándole que hiciera un último movimiento rápido. Orgullosa, Mara tragó el líquido tibió del jefe, subió la mirada limpiándose el labial corrido de los labios.
- Parece que me extrañaste...-la mujer no apartó la mirada de los ojos dorados del vasyata que permaneció el completo silencio, aunque de igual forma dibujándole una sonrisa. Se levantó sutilmente el vestido negro para bajar una pieza de encaje del mismo color – yo también te extrañe a ti, Sett
- Tu no extrañas a nadie –Los ojos del jefe se siguieron la prenda íntima que se deslizó por las piernas de su acompañante, sintió su miembro endurecer.
- Ni tu, pero me gusta creer que sí – subió al sofá, acomodándose frente al mestizo rodeándole con las piernas, soltó un gemido coqueto cuando se rozó con la palpante erección del mayor
Sett sujetó con firmeza la cintura de la joven levantándose del sofá, le dejó sobre el borde de la cama y le volteó con facilidad, Mara guardó silencio mordiéndose los labios con placer, el mestizó volvió a tomarle de la cintura, notó la piel morena de la joven totalmente opuesta a la de su luchadora, y una vez más se sintió idiota.
Limpió su mente dejando que su cuerpo tomara el control por instinto, bajó las manos desde la cintura hasta las caderas de la noxiana dándole un poco de altura, le devolvió el favor. Saboreó con gusto la intimidad humedecida tal como si estuviera comiendo fruta, marcando la piel morena con sus garras vastaya, sus orejas comenzaron a localizar la voz de su amante que sólo respondía con leves gemidos la acción del mayor, hasta que un movimiento voluntario de su parte le mostró al jefe que ya estaba encantada con el juego previo, pero que debía continuar, Sett entró en ella con facilidad.
- Definitivamente, ah~... s-sí te extrañaba –se giró buscando el rostro del mestizo, ayudando a que éste pudiera acomodar una de sus piernas por sobre su hombro penetrando a su amante más profundamente. No le respondió.
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.
- ¿Qué tal te sientes hoy, querida? – Sonriente, dejo sobre su regazo un tazón de frutas para que desayunara.
- Mejor... muchas gracias –miro las frutas, picadas y coloridas
- Come algo, luego si gustas puedes darte un baño y ponemos vendajes limpios
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Dentro de las arenas de Jonia | Sett x OC
FanfictionLas aclamadas arenas noxianas de pelea se llenan cada noche para saciar la sed de sangre de los diferentes asistentes, Sett, el jefe indiscutido vigila con atención a sus luchadores más implacables y cuenta sus ganancias. ... - No creo tener algo...