La cena

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Corto uno, dos, tres, cuatro trozos de aquella carne, tenía que admitirlo, el estómago le gruñía y su boca estaba salivando, tuvo que pasar un pañuelo por sus labios un par de veces, condimento y cocino aquella jugosa carne, se acercó a donde reposaba la cabeza del pelinegro, la tomo en sus manos y la acercó a su rostro dejando un pequeño beso en los labios del mayor– Gracias por darme un banquete exquisito, Pitch.

Después de eso, se dispuso a terminar de preparar la comida, esa noche tendría invitados muy especiales, así que tenía que arreglarse también el.

La noche había llegado más rápido de lo pensado, ya todo estaba listo para su velada, arreglo sus ropas y cuando escucho el timbre una pequeña sonrisa creció en sus labios y salió de su habitación, bajando a la sala y de ahí yendo a la puerta de la casa.

Bienvenidos! Es un placer tenerlos de nuevo en mi hogar,– su sonrisa se había ensanchado al ver a los invitados, ya no le extrañaba que hayan llegado todos juntos, según tenía entendido, vivían en la misma mansión.

Armand, es un placer volver a verte,– saludo al pelirrojo quien entró con su pareja, Miles, seguido de el entraron Shun tomando la mano de Hiro, Tomioka junto a Ame y Lance con Jack.

Fueron guiados por Billy hacia el gran comedor y miro gustoso como de nuevo, había dejado deslumbrados a los chicos, camino hacia una de las sillas, en la punta de la mesa tomo su lugar, los demás se sentaron junto a sus parejas, aún faltaban por qué llegarán, pero había Sido avisado de antemano que eso sucedería, así que podía comenzar con la comida sin ningún percance.

Hizo una seña, y sus sirvientes trajeron la comida,– Espero disfruten de la cena, me esmeré mucho por hacer algo de su agrado. –sonrio de lado mientras se acomoda en su lugar, una gran variedad de platillos preparados a en su mayoría el ingrediente principal era la carne.

La cena transcurrió sin mayor percance, y cuando estaban haciendo la sobremesa una charola fue colocada en la cama, algunos quizás pensaron que era un postre, más lo que vieron cuando está fue destapada los dejo fascinados, una cabeza perfectamente cercenada los ojos estaban abiertos y apesar de ya no tener vida parecía como si en cualquier momento fuera a hablarles, esa sin duda no era la reacción que esperaba, solo había visto a dos vomitar y entrar en pánico, Ame y Hiro no eran muy fuertes de estómago.

–Vaya, no pensé que te atreverías a tanto,– la voz de alguien más resonó desde la entrada del comedor, Ikki había llegado, y detrás de el, un peliazul caminaba sujetando con firmeza la camisa de su pareja.– Bienvenidos a una noche fascinante chicos! Se la pasarán bien, se los aseguro~

Los presentes no pudieron más que mirar a aquel tipo con una clara seña de confusión, Shun intento levantarse al ver a su hermano ahí, más no pudo hacerlo, cuando bajo la mirada pudo ver cómo unos cuántos hilos le mantenían sujeto a la silla, no eran hilos normales, de eso estaba seguro.

oh, no hermanito no puedes hacer eso, sería descortés.– se escuchó un chasquido un poco después y las posiciones cambiaron, cada uno estaba frente a su pareja.

Bien, el juego puede iniciar, –el azabache se levantó de su lugar y se coloco detrás de Hiro, al ver la molestia en el rostro de Shun una sonrisa burlona se formó en sus labios–Quizás deba empezar por el, vamos~ disfruten un poco del voyeurismo, aunque claro, son unos niños, lo haremos un poco más especial.

En su mano apareció un bisturí, mismo con el que hizo cortes largos en el rostro del azabache, escuchar sus gritos de dolor y el como la pareja del mismo suplicaba por qué se detuvieran le entretenían bastante, miro hacia su amigo y vio como este abrazaba al peliazul ocultandolo le dió cierta gracia ¿Que hacía el ahí si le temia a la sangre? Quería molestarlo un poco pero ahora estaba ocupado.

 Wonders of the UnderworldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora