Wonders of the Underworld

«Sean bienvenidos a Wonders of the Underworld, lo sé, un nombre extraño para tan maravillosa experiencia. Un lugar donde tus sueños se harán realidad sin importar lo retorcidos que sean.

¿Quieres cometer un crímen? ¡Adelante! Solo es un sueño ¿Que mal podría hacer? Nadie morirá realmente, pero la sensación y adrenalina se quedará en tu cuerpo, podrás sentirlo al despertar.

En este lugar no te juzgamos, los sueños son normales, sus mentes son tan increíbles que los pueden hacer en tan poco tiempo, pero con un poco de mi ayuda esos sueños serán más interesante, más intensos y las sensaciones de estos no van a desaparecer al abrir los ojos.

Solo hay un pequeño precio, claro eso lo hablaremos más adelante, pero no es nada de que preocuparse esto no impedirá que cualquiera pueda venir y entretenerse un poco.

Sin más que decir, sean bienvenidos y espero que sea de su agrado.»

Aquel presentador termino con su discurso y acomodo sus cabellos echandolos hacia atrás con una de sus manos, su mirada se poso sobre los chicos que expectantes esperaban por más indicación, lo cual le hizo sonreír con fingida amabilidad.

–Muy bien, síganme por aquí– Con un suave movimiento de manos les señaló hacia un largo pasillo con varias puertas de madera, todo tenía un aspecto nuevo, en el ambiente había un suave aroma a lavanda y este era más concentrado cerca de las habitaciones.– Como son las primeras personas en venir, este servicio será gratis a cambio si les gusta, deberán recomendarnos con sus amigos.– Se detuvo frente a las primeras puertas observando a aquellos dos con extrema curiosidad,– Solo entren, tomen una pocision cómoda y duerman tranquilamente, yo me haré cargo del resto.

Dicho esto abrió la puerta de la habitación y les dejo el paso libre, dentro no había ventanas, la luz era tenue, habia un par de camas que a simple vista eran bastante cómodas, aquella pareja de amigos se vio emocionados y un tanto intrigados, cada uno fue hacia una de las camas sentandose en esta, si, eran cómodas.

–¿Debemos preocuparnos? ¿Y si es un secuestro?– Tomioka hablo primero, hundiendo su mano en aquella cama, el aroma a lavanda era bastante tranquilizador y en cierta medida le estaba haciendo sentir una calma bastante cómoda.

–Vamos Tomi, ten un poco de confianza, prometo que si pasa algo malo no dejaré que nadie te dañe– La voz de aquel moreno termino por calmarle, aún le apenaba el estar a solas con el, no era que se haya confesado o que quizás eran por las amenazas de aquel peliblanco que le cuidaba como si fuera su padre “Lance no es un buen partido Tomi, yo se lo que te digo” sacudió su cabeza un poco antes de sonreírle al cubano.

–Esta bien ¡Hagámoslo!

Ambos chicos se acostaron en sus lugares, tardaron un poco pero al final lograron caer en un profundo sueño, sueño que les impidió notar cuando la puerta fue abierta.

–Es hora de jugar...– La voz melodiosa de aquel chico resonó en la habitación, se coloco enmedio de las camas y extendiendo sus manos hacia aquellos chicos hizo que en sus cuerpos entrara un apenas perceptible humo de tonalidades violetas, un pequeño escalofrío de emoción le recorrió al ver cómo aquellos chicos dejaban de respirar.

El sueño había empezado.