SURPRISE

Capítulo VIII: La corrupción hace al policía.

Vamos a ver, que si el asesino o el delincuente fuese yo no estaría narrando... ¿no?, el villano no puede narrar...no aquí. Aún no nos hemos enfrentado al verdadero demonio.

Lucas

Italia, Verona. 2 semas de la desaparición de Antoinette.

Un arete en el estacionamiento, personas amarradas en la parte trasera de la cocina sin conciencia, y por último Un teléfono rastreado que llevaba al colegio privado Miguel Ángel.

En los inicios, el caso de Antoinette no iba a estar en mis manos, pero no podía permitirlo y de tanto insistir al jefe de policía leonardo, me dio el puesto de subjefe debajo del mandato de mi compañero Adriano.

En el momento que recibí la llamada de Ademia preocupada la noche de la desaparición, no dude  ni un segundo en reportar, según la mujer de ojos marrones, Antoinette tendría una cita en un restaurante, informe a mis superiores todo esto pero su única respuesta fue <<nosotros nos haremos cargo, gracias por informarnos>> sin embargo en el pequeño transcurso de la madrugada recolecte información valiosa que logro que entrara en la investigación.

Mis avances hicieron que el principio el caso fuese fructuoso, las cosas parecían ir bien puesto que ya teníamos a un posible sospechoso.

Armani D'amelio, hijo de uno de los ministros mas importantes de toda Italia, un chico privilegiado nacido en una cuna de oro...si así pintábamos las cosas posiblemente nunca hubiésemos de sospechar de él, sin embargo había sido la última persona que hubiese tenido contacto con Antoinette.

Las amigas de Antoinette estaban bastante interesadas en encontrarla así que apenas pude contactar con ellas en la madrugada me soltaron toda la verdad de la escapada de Antoinette, algo que Ademia  no paraba de lamentarse.

—Es mi culpa —dijo entre sollozos—, siempre estoy mas pendiente de mi trabajo que de ella, por eso es tan independiente. Mírenla ahora ha desaparecido, debí de llamar antes a tu mama Eowyn para confirmar que no iba para tu casa.

—No es su culpa señora Stuart, nosotras incitamos a Anto a mentir, oh los astros no están alineados a nuestro favor —La rubia acariciaba la espalda de Ademia.

Mientras ellas dos se consolaban entre sí, yo interrogaba a las otras dos amigas, Alina y Diantha.

—Armani D' Amelio. debe de interrogarlo a él, se supone que tenían una cita en el restaurante non andaré —Diantha tenía cierto espíritu de policía, hablaba directo y analizaba lo que decía y veía con sumo detalle.

—No puedo interrogarlo sin pruebas o una orden, por el momento me encuentro solo, mis superiores me dejaron fuera de esto— No me cabía ni una sola duda de que ese niño tenia algo que ver pero era cierto que no podía hacer nada...bueno además de investigar por mi cuenta.

—¿Hay algo mas que podamos ayudarle detective? —esta vez la pequeña crespa a su lado me hablo.

—Las mantendré informadas, si necesito algo yo mismo me presentare ante ustedes.

Lo que había recolectado a esas horas de la madrugada era el inicio del caso, pero lo que vino después fue un avance muy grande.

El caso de Antoinette Marie Stuart se catalogó a las 6 de la mañana como un Secuestro, luego de que yo encontrara en el restaurante al que asistió, a los empleados en la cocina amarrados y sin conciencia, algo que me aterro y asombro al mismo tiempo ¿Por qué si ya había reportado y mencionado el lugar de los hechos no lo habían inspeccionado aún?

Supe que todo guiaba a un secuestro y cuando la oficina de forenses y criminalística analizo el lugar pudimos confirmarlo.

—¿Tenemos algún objeto? —Adriano llego después de que yo llamara a las instalaciones de la póliza di estato pidiendo refuerzos, me molesto un poco saber que a pesar de que yo hubiese sido quien había hecho todos los avances le hubiesen dado el caso a él.