XI: Mi maldito padre, el idiota pedófilo y la persona con la que anoche soñé

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Las mentiras cambian muchas cosas, no solo distorsiona la realidad, también dañan... hogares.

—NOOOOOOOO —aparta mi mano con un golpe brusco para casi al mismo tiempo salir corriendo con el canino detrás suyo.

—¡Zeus! —a mi lado Hades se ve molesto—. Quédate aquí yo voy por él. ¡Zeus! ¡Hijo de puta ven aquí ahora mismo! —Hades sale corriendo y maldiciendo a la vez por donde vi desaparecer a Zeus.

—¿Te gusta el pan? —el calvo Hermes a mi lado trata de hacerme platica.

—Emmm... sí.

—¡Perfecto! ¿Cuál es tu pan favorito? —me mira directo, sin embargo, yo sigo con mis ojos en dirección al pasillo—, hablar de pan es un buen tema para empezar a conversar, digo ¿a quién no le gusta?

—Hermes, ¿Zeus es siempre así? —no preste atención a su tema del pan, así que me atrevo a cambiar el asunto.

—¿Así como? —cuestiona.

—Muy... ¿asustadizo? —ya dos veces se había escapado a gritos cuando fuimos a interactuar.

—¿El asustadizo?, pffff —su risa es demasiado exagerada, parece que suena absurdo lo que dije—, debe ser que lo poner nervioso.

—¿Qué yo que? —por que seguían insistiendo en...un momento.

<<lo reconociste no?>>

Mhm, bueno algo así.

<< Y hades dijo ... >>

Dijo que cuando lo conociese no me querría ir.

—No, me refiero a que ...el no es nervioso —Hermes trataba de arreglar lo que dijo anteriormente, pero en mi mente ya se hallaba la duda.

—Estoy...un poco cansada, iré a dormir —lo interrumpo—. Adiós Hermes.

Sin mas palabras hago como si me dirijo a mi cuarto, sin embargo, me escondo esperando a que el hombre musculoso deje el lugar, cuando lo hace volteo en la esquina del pasillo buscando por donde Hades y Zeus desaparecieron.

Unos gritos me detienen, era la voz del pelinegro y estaba discutiendo con Zeus en la puerta del fondo, Pego mi cara a esta tratando de escuchar lo que dicen.

Mi idea por un momento fue que yo misma acorralara a Zeus diciéndole que no quería estar mas tiempo aquí...pero, je, el chisme me gano.

—Cuenta hasta diez.

—Debes de decirle ahora mismo.

<< ¿Decirle a quién?>>

—Este es el lugar en el que más segura estará —reconozco por descarte la voz de Zeus, ¿lo malo?... no era la primera vez que la oía.

<< ¿Estaban...hablando de mí? >>

—No le va a gustar.

De una u otra manera mi cuerpo supo que se venia algo impactante, no por nada se erizo instantemente y sin pensarlo moví un poco la puerta para ver a los dos hombres.

—¿Cómo se lo diré? Hola Antoinette quieres comer un helado... ¡ah! por cierto soy tu padre perdido ¿Qué te parece?

En blanco.

Una parálisis total de mi cuerpo, ni siquiera esperaba que esas palabras saliesen de la boca de... ¿mi padre?

<<Tu padre>>

Mi maldito padre.

La rabia me consume y no me deja pensar así que abro la puerta de un solo golpe y digo.

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