SURPRISE

Capítulo XIII: el acto tras bambalinas

Quiero vivir aprisionado en el sueño de ser joven y libre por siempre ¿el problema? Ya estoy tomando responsabilidades de un adulto.

Antoinette.

No creerás que realmente lo había perdonado ¿o sí?

La consulta con Artemisa me había dado...muchísimas ideas.

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Artemisa se encontraba escribiendo mis datos personales a medida que iba respondiendo.

—Listo —termina de anotar y posteriormente me mira directo a los ojos—Cuéntame Anto, lo siento ¿estas bien si te digo así? —pausa buscando mi aprobación la cual le doy—. Okey Anto, cuéntame ¿Por qué has venido aquí?

—Am...creí que Hades ya te lo había comentado —no quería sonar grosera ni nada pero realmente no entendía por qué me pedía que le explicara lo que ya sabía.

—Si así es —Artemisa no deja de tener una sonrisa en su rostro, ella era ese tipo de personas que irradiaba carisma. Eso había analizado de lo poco que habíamos interactuado—. Pero quiero que lo digas con tus palabras, después de todo la consulta la tengo contigo no con Hades.

—Si, perdón —pauso corrigiéndome a mí misma por pedir perdón. A Hades le molestaba pero para mi sorpresa Artemisa ni se inmuta—, Mmmm...bueno yo vengo aquí porque no quería ir donde Zeus...y también por que...amm.

—Si te cuesta decirlo no lo hagas —Me interrumpe con su dulce mirada de comprensión al ver que batallo mucho en responderle— Iremos al paso que tú quieras.

—Gracias —de verdad le agradecía la tranquilidad, paz y comprensión que me brindaba.

—Si no te importa iré tomando nota de todo lo que digas, esto para llevar un proceso adecuado y que así pueda ayudarte —me indica.

—No hay problema.

—Ahora Antoinette, quiero que me cuentes lo que sientes que estas lista para decir. Recuerda que tu pones lo limites —Menciona alternando si vista de la libreta a mi cara.

—Yo...carraspeo para que mi voz se escuche más fuerte.

«Tú puedes pequeña, Tú puedes»

—Yo tengo mucho...miedo. A todo.

—¿Solías ser una persona temerosa antes del suceso?

—No mucho...yo creo que aumento justo después del secuestro.

—Mhm, cuéntame más de esos miedos ¿Qué sientes, o como reaccionas ante ellos?

—Sudo mucho. Y.... ¡ah si! en ocasiones la respiración me falta, esto esto me pasa más que todo en la noche.

—¿Tienes pesadillas?

—Sí, me levanto asustada por ellas y el miedo causa todo esto.

Artemisa no dice más y solo anota. Me costaba abrirme con las personas todo el tiempo, pero la calidez de su voz y su mirada me hacía sentir que podía ayudarme y que podía confiar en ella. Eso y saber que para ello estábamos en esta situación actual.

—Entiendo este miedo. Estas muy agobiada últimamente por todo, hay un remolino gigante en tu vida el cual solo trae más y más problemas. La reacción que tienes es algo que tu cuerpo proyecta para buscar ayuda. Tu psiquis busca la ayuda que tus palabras no.