Umbra mortis

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Hola gente, se que he tardado en actualizar espero que no me odien 😅😅 eso de ver attack on titan se hizo una nueva adicción.... en fin este fic ya esta entrando a la recta final.

Admito que me costo un poco escribir este capítulo ya que se viene algo bien darks y aún estoy medio pollo para esas escenas dado que soy cobarde y no ve pelis de terror, por lo que este estilo me es muy nuevo y juro que hice mi mejor esfuerzo.

Les agradezco sus comentarios se que no los he respondido a todos pero los leo.

⚠️ Advertencia ⚠️

En este capítulo se habla con un lenguaje de ligero a moderado se recomienda discreción. También habrá escenas de lemmon de ligeras a moderadas.

Disclaimer: La historia es originalmente mía sin embargo los personajes son de DC comics y yo solo los uso por diversión.

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2019, Septiembre 4.

Tras un par de semanas de investigación, finalmente conseguí la ubicación de Henry. Él no tenía idea de lo que le esperaba.

Porque nadie hiere a alguien que me importa, sin pagar las consecuencias.

Había llegado el momento.

Apenas anocheció, y los demonios en mi interior clamaron por salir. Repetí el mantra que siempre me tranquiliza.

Inhalo. Exhalo. Dejo que los pensamientos se vayan.

Pero es inútil, estoy ansioso.

Aún en casa, pero a punto de salir, escuchó un ruido en el living. No puede ser la televisión, o eso creo. Luego suena una voz familiar y molesta.

Familiarmente molesta.

En un parpadeo me desplazo hasta allí. Estoy impactado.

En uno de los sillones descansa el idiota de mi hermano mayor.

Lo que me lleva a preguntar, ¿cómo carajo entró a la casa?

Lucía tan tranquilo, tan sereno como siempre.

¿Una visita? Quizás.

¿Me estaba cuidando? Lo más probable.

- ¿Qué haces aquí? Pensé que no volverías a buscarme. Porque si mal no recuerdo fueron esas las palabras que salieron de tu boca.

- Pensaste mal, mi querido hermano. He de admitir que he visto lo que has hecho últimamente. Y te diré que me sorprendes.

- No sé de qué hablas - respondí un poco a la defensiva.

- No te hagas el lelo conmigo. Yo sé lo que planeas hacer.

Lo miró con una incredulidad fingida.

No es posible.

¿O si lo es?

- Se lo merecen - dijo él ─ Esos malditos bastardos la lastimaron.

- Lo sé.

Sin darme cuenta, cierro los puños y noto que mis nudillos se pusieron blancos.

- Creo que deberías usar esto.

De su pantalón sacó una pequeña bolsita con un polvo blanco.

Diamante de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora