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Capítulo 03: ¡Feliz cumpleaños, Chris!

[...]

1 de Diciembre, o sea, cumpleaños de Christian.

Ya yo tenía 4 meses de embarazo por lo que el sexo del bebé ya se podría ver.

—A ver, dile a tu noviesito que salga del cuarto –Draco inmediatamente le dió una mirada de molestia a Tom quien le sacó el dedo del medio.

Mi barriga ya estaba un poco abultada al igual que la de Pansy, teníamos la misma cantidad de meses pero ellos ya sabían el sexo del bebé.

Era un niño.

Fue chistosa la manera en la que nos lo dijeron... O mejor dicho nos lo gritaron.

—¡Christian! –gritó Draco y la puerta del cuarto de abrió mostrando a un ojeroso y pálido Chris.

—¡Feliz cumpleaños! –gritamos al unisono pero él en vez de dar las gracias o sonreír sólo tomó mi mano y la de Draco arrastrandonos lejos.

—¿Que ocurre, loco? –me solté confundida de su agarre.

Me miró nervioso y luego a Draco. —¿Y si el bebé es mío?

Oh...

Hubo un silencio total en medio de nuestra meditación mental. Según tengo entendido las cuentas no dan... Creo.

—A ver, a ver –comencé a decir. —Yo estaba tomando anticonceptivos y aparte, las cuentas no dan

—Sabia que era una mala idea –empezó a caminar de un lado a otro.

—Pero no te fuiste cuando nos viste en pleno acto –murmuro Draco.

—Si quieres cuando nazca hacemos una prueba de ADN, esas de los muggles –dije intentando calmarlo. —Es tu cumpleaños, Christian, no te preocupes por cosas que no son

Detuvo su andar y asintió. —Necesito alcohol –dijo y empezó ahora a caminar hasta la mesa de los licores.

Todos nos vieron confundidos cuando Draco y yo corrimos detrás de él tomando la botella y colocándola de nuevo en la mesa.

—La solución a tu preocupación no es el alcohol –susurré. —Comportate

Se inclinó hasta mi señalando mi vientre. —Puede ser mío o mía

—Pero no lo es, y baja la voz, idiota –susurré de nuevo. —No puedes beber, no así

—¿Y por qué?

—Eres muy idiota y capaz dices a los cuatro vientos que el bebé puede ser tuyo

Asintió, Malfoy y yo expulsamos el aire contenido en nuestros pulmones relajandonos.

Pero por supuesto Winston no se rindió tan fácil y tomó la botella intentando tomar, se la arrebaté de las manos y con fuerza la estrellé contra el suelo.

El ruido alertó a todos quienes corrieron hasta nosotros. Mi respiración estaba agitada y seguía con la mano estirada viendo la botella de champagne rota en el piso.

—¿Estas bien? –sentí a Tom agarrar mi cintura y llevar su mano a mi vientre por inercia.

“Se lo diré, no puedo guardar este secreto...” la voz de Chris hizo eco en mi cabeza y negué disimuladamente.

—No –susurré cuando lo ví abrir la boca para decir algo. —Por favor

Draco se dió cuenta y corrió tapandole la boca a su novio, por mi parte me dí la vuelta y sonreí hacia Tom.

Todo lo que pudimos ser- TOM RIDDLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora