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-¿Viste como te deboraba con la mirada?.- el moreno acompañado de su amigo nipón salían de aquella tienda luego de haber comprado unas cuantas cosas -¡Esos ojooos! ¡Sentía que era una bestia la cual masticaba tu trasero!.-

La emoción que emanaba el tailandés era tan grande que Yuuri podía jurar que emanaba brillitos a su alrededor.

-¿Pero que demonios estas diciendo?, ese hombre mínimo debera tener 20 hijos regados por el mundo, además tiene que ser de esos de algo rápido, te use y ni me tome la molestia de verte.- Acomodo sus lentes mientras miraba a la izquierda antes de cruzar la calle.

-Bueno, si trabaja allí, debe tener bastante dinero, así que si quiere algo fugaz. Dile que cobras diez mil por cabello tocado.- Phichit tomo la mano de Yuuri para cruzar la calle corriendo.

-¿Eso no es prostituirse?.- Enarcó una ceja mientras subía a la acera.

-Mmm... quizás, pero ya llevas demasiado tiempo solo, tu regordete e increíble trasero ya tiene telarañas.- Menciono mientras con su dedo índice señalaba y hacia círculos imaginarios.

-Ya te dije que es lo de menos.- tapo su trasero con ambas manos mientras caminaba indignado -Para ti es fácil decirlo, literalmente tienes a dos hombres millonarios locos por ti, que se arrastran y están a tus pies, aunque solo le haces caso a uno, tienes una belleza exótica un lindo cuerpo y no olvidemos tu cara de inocencia diablillo.- señalo - Y mírame, tengo sobrepeso, paso todo mi día leyendo o estudiando, no tengo un cuerpo de infarto, por que si hago ejercicio el que tendrá el infarto seré yo, soy simplemente un japones común.-

Phichit analizo las palabras de Yuuri unos segundos y luego comenzó a reír, seguía riendo de una forma tan exagerada que Yuuri comenzo a ponerse bastante nervioso.

-¿Sucede algo?.- Menciono ya muy nervioso ya que su amigo no paraba de reír.

Phichit continuo riendo, tomo un taxi, dejo de reír para darle la dirección al chófer y entrar a Yuuri, ya andetro del auto siguió riendo.

En cuanto llegaron Phichit ya estaba serio, pago al taxista y entro a Yuuri a un lugar de colores pasteles, con un dulce aroma a rosas.

-Bienvenidos.-hablo una voz suave

-Mila cariño, hoy es tu día, vengo por un especial de la casa - Sonrío de oreja a oreja.

-Perfecto...-

La pelirroja hizo sonar los guantes de latex que traía en sus manos, el nipón ahora no sabía a que dios pedirle que cuidara su retaguardia, así que recurrió nuevamente a el.

-Zeus por favor dile a afrodita que me herede su belleza en este momento para ahorrarnos una futura visita al olimpo sin vuelta a la tierra.-

Pero esta vez sus plegarias no fueron concedidas, ya que lo dirigieron a un salón donde había una camilla, le pidieron desvestirse, mientras una mujer morena y ojos lila le pedía que se pusiera de frente y perfil para tomarle fotos a su pancita descubierta.

Con cada "Click" que sonaba Yuuri se sonrojaba cada vez mas, pues nadie mas que su madre lo ha visto desnudo y mari algunas veces que habría sin previsto la puerta de su cuarto.

-Bien cariño, acuestate en esa camilla.-

Yuuri acato la orden de aquella pelirroja mientas se acomodaba, sentía extraño estar solo en una tanga y top desechable.

-¿Que me van a hacer?¿ por que estamos en una clínica de liposucción?.- El Nipón miraba aterrado su alrededor.

-No es liposucción.- contesto con una sonrisa sádica el moreno- Es drenaje linfático carboxiterapia y tratamiento lipodrenante.- dio un chasquido con la lengua mientras terminaba de hablar-puedes proseguir mila.- se volvió a sentar en la silla que había dentro del consultorio.

-Lo que vamos a hacer es moldearte y remover la grasita del abdomen.-

La ojiazul con una maquina comenzo a tratar el abdomen de Yuuri mientras hablabla con su ayudante, la mujer que anteriormente le había sacado algunas fotos.

-¡¡BUAAAA!! ¡Phichit esto se siente extraño!.- se quejo el japones mientras apretaba sus puños.

-Tranquilo es normal, no te vas a morir.- hizo caso omiso a las quejas de Yuuri y siguió viendo todo el proceso.

-¿Le tienes miedo a las agujas?.- pregunto phichit mientras sonreía y se acercaba a el.

-Si y mucho.- dijo el japones sin titubear

A los presentes solo les pudo dar risa ya que mila se acercaba con una jeringa en su mano mientras comenzaba a explicar.

-Vamos a aplicar ahorita Dióxido de carbono, esto ayuda a que se metabolice mas rápido lo que.- pincho suavemente a Yuuri en su abdomen a lo que solo soltó un leve quejido- Lo que vamos a remover.- sonrió para seguir con su trabajo.

Y así fueron torturantes momentos para Yuuri mientras lo pinchaba, hasta que llego la segunda parte.

Mila comenzó a atar a Yuuri de su abdomen con ciertas bandas elásticas.

-Ahora siento que esto es un experimento del gobierno Ruso.- menciono mientras observaba como Mila colocaba gel a unos aparaticos.

-Este es gel conductor.-hablo suavemente para tratar de tranquilizar a Yuuri por lo que seguía- es casi como un electroshock, ayuda a remover la grasa y mas que nada hace un drenaje linfático.- comenzó a hacer su trabajo.

-Te ponen un voltaje y entre mas alto mas efectivo.- hablo rápidamente Phichit - Y nosotros queremos un súper mega efectivo resultado ¿no es así Yuuri?.-

El nipón no pudo pronunciar palabra alguna cuando bajo la primer descarga y nuevamente comenzó un calvario para el pobre japones.

Hora y medía después el cuerpo del japones descansaba en una cabina de vapor para descansar el cuerpo y poder reponerse del dolor.


-¿No fue tan malo verdad?.- El morocho sonrío y abrazo a su amigo.

-Ni lo menciones que tendré traumas de por vida.- el japones inclino la cabeza.

-Ahora sí.- Phichit pego el puño contra su mano- ¡Ha conseguirte un Sugar Daddy buenísimo y Millonario, por que cualquier hombre es bello con dígitos y miles de ceros en su cuenta bancaria.-

Yuuri solo esperaba que eso terminara para poder ver los "Gloriososamente magnificos" resultados que Phichit había mencionado.

[Daddy Nikiforov]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora