Tercer día de verte

254 62 2
                                    

Esta vez y gracias a su despertador, logro salir justo a tiempo para recoger al pequeño niño.

Tal vez por haber llegado un poco más temprano de lo que acostumbra el lugar estaba un poco vacío.

Estuvo ahí por unos varios minutos, pensó en descansar un poco sin embargo y para su sorpresa el autobús había llegado temprano.

Por alguna extraña razón volteo su mirada a ambos lados de la banqueta.

Con un suspiro subió al autobús.

Cuando estaba en marcha pudo ver al mismo chico pelinegro corriendo, totalmente agotado.

Tres.

Parada de autobúsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora