Nuevas Oportunidades

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¡Y volvimos con otro capítulo!

¿Cómo van con la historia? ¿Les va gustando? Ojalá que si.

Bueno acá les dejo el capítulo 2. Estuve medio ocupada y lo iba a publicar a la noche, pero preferí subirlo ahora así no me olvidaba.

Disfruten. Cambio y fuera.


Capítulo 2

Nuevas oportunidades

El sonido del teléfono comenzó a resonar en mi cerebro con frecuencia hasta que decidí atender.

— No hay nadie.

— Oye tonta, más te vale venir a clases porque no quiero almorzar solo. —me espeta del otro lado del teléfono.

¿De donde mierda sacó mi número?

— ¿Aaron? ¿Cóm...?

— Cállate. Hoy vienes.

— No puedo.

— ¿Por qué? —noté la decepción en su voz.

Pues mi padre se ha ido a beber y no me ha dejado ni una moneda para llamar siquiera un taxi.

— ¿Sigues ahí?

— Si. —Afirmé sin poder responder a su anterior pregunta.

— Paso por ti. —dijo sin esperar una respuesta.

— ¿Qué dices?

— En cinco minutos estoy frente a tu casa.

— No sabes ni donde vivo. —me burlé.

— No se si sabes que vivimos en el siglo veintiuno y acabo de sacar tu ubicación tan solo con que me hayas respondido la llamada.

¿Qué...?

— En cinco estoy allí.

Y colgó.

Lo odio.

Hundí mi cabeza en la almohada mientras me forzaba en levantarme pesadamente.

— Arriba Oriana. Vienen por nosotras.

Al cabo de unos minutos estaba el idiota parado en mi puerta tocando el claxon con fuerza para que salga.

— ¡Qué ya va! —grité sonoramente cerrando la puerta a mi espalda. Vi sus ojos curiosos observando a mi hermana algo extrañado—. Hay que llevarla. —le dije directamente.

— Genial. Haré de taxi.

Ella subió con una sonrisa de oreja a oreja mientras yo le decía a donde debíamos llevarla.

— ¿Por qué eres amigo de mi hermana y nunca te había visto?

— ¿Por qué tu eres pelirroja y ella es morena? Cosas que nunca sabremos...

Le dediqué un puñetazo en el hombro colocándome el cinturón de seguridad rápidamente.

— ¿Qué pasó que no ibas a venir?

Ignoré su pregunta observando la ventana con detenimiento mientras veía como todo se fundía en un solo recuerd...

— Papá no nos podía llevar.

Apreté mis párpados con fuerza frunciendo mis labios como si me hubieran pillado en haber engañado a alguien o algo parecido mientras me giraba al frente.

𝘿𝙖𝙧𝙠 𝙋𝙖𝙨𝙩𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora