Animales Inadaptados

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¡Nos encontramos de nuevo! Y hoy hay detalles...

Espero que les guste este capítulo tanto como a mi si es que saben a lo que me refiero...

¡Los dejo con la lectura!

Cambio y fuera.

Capítulo 13

Animales Inadaptados

Estábamos parados en medio de la nada. La suerte estaba de nuestro lado, nuestras ruedas se pincharon, no teníamos señal, y Travis nos había perdido de vista hacía como treinta minutos.

— Y ahora... ¿Caminamos o qué? —pregunté sin saber que mierda hacer.

— Eso supongo.

Ambos emprendimos camino hacia la misma nada, la cual nos había dado unas buenas aventuras en lo que habíamos experimentado.

— ¿Sabes? Creo que quiero hacerme un cambio de look. —dije con una sonrisa.

— Agh, no sabes hace cuanto que quiero tener el pelo color rojizo. —confesó poniendo sus ojos en blanco.

Y se me ocurrió una idea.

Luego de tanto caminar y caminar, dimos con una estación de servicio el cual vendían todo tipo de comida. Para nuestra suerte, Aaron aún tenía algo de dinero en su auto.

— Disculpe. —llamé la atención de la chica que atendía—. ¿Tienen agua oxigenada y una tintura color rojiza?

Ella asintió, algo muy extraño para tener en una estación de servicio, pero me lo terminó ofreciendo y salimos saltando camino al baño de esta, no sin antes dejar el auto para que lo reparen allí mismo.

— ¡Ten mucho cuidado! —le advertí antes de que tire aquel agua sobre mi cabello—. No quiero quedarme calva.

— No prometo nada. —mencionó finalmente echando un chorro gigante sobre mi raíz.

— ¡Aaron ten mas cuidado por dios!

Mi desesperación comenzó a darle gracia y su risa no hacía para nada fácil el trabajo de quedarme quieta.

— Parece que me desangro. —digo entre risas y carcajadas cuando comenzamos a echarle el color—. mi turno. —pedí colocando en mis manos la tintura y comenzando una guerra entre ambos tirando color rojo por todos lados menos en nuestros cabellos.

— Esto parece un matadero. 

— Ni me lo digas. —me reí.

Luego de parecer salidos de una película de terror, nos lavamos el cabello y volvimos al auto. Con ese color, Aaron parecía estar cada vez más bueno.

— Joder. —dije observando su hermosos ojos los cuales resaltaban por el color de su cabello.

— ¿Qué? ¿Tan mal está? —preguntó a lo que yo estaba casi babeando. 

— No se si querré que el Aaron rubio vuelva. —lo halagué a lo que él se observó en el retrovisor. 

— No se si sea para tanto como tu. —dice mirándome de arriba abajo—. El rojizo te queda demasiado bien como para ser real.

— Seguro parecemos los hermanos Weasley. —admití entre carcajadas.

— Pero tu eres más hermosa. —mencionó acercándose hasta llegar a mis labios y juntar nuestras respiraciones muy sincronizadas.

𝘿𝙖𝙧𝙠 𝙋𝙖𝙨𝙩𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora